Ciudad de México. La participación de las remuneraciones de los trabajadores mexicanos en el valor de la economía mejoró en el último año, mientras que las ganancias empresariales reportaron una reducción marginal, reportó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La distribución del ingreso, medida a través de la generación del producto interno bruto (PIB), muestra que la participación de los salarios dista de acercarse a los niveles que tuvo en años anteriores, aun con la mejora observada en el último ejercicio.
Al cierre del primer trimestre de este año, el monto de las remuneraciones pagadas a los trabajadores fue equivalente a 28.3 por ciento del PIB, proporción que superó en 1.1 puntos a la registrada en el mismo periodo de 2020, añadió el Inegi. Antes de la crisis de 1995, los salarios representaban 34 por ciento del valor de la economía.
Mientras, las ganancias empresariales representaron 43.3 por ciento del valor de la economía nacional, dato que mostró una reducción marginal, de 0.3 puntos, respecto del primer semestre de 2020, añadió el organismo.
De acuerdo con la economista Norma Samaniego, en un artículo titulado La participación del trabajo en el ingreso nacional, las remuneraciones al trabajo asalariado representan en los países en desarrollo como México una proporción “muy inferior dentro del ingreso nacional”.
En las economías desarrolladas –como Gran Bretaña o Francia– la proporción en la distribución de la riqueza se revierte, pues las ganancias de las empresas están entre 30 y 40 por ciento y los salarios representan entre 60 y 70 por ciento.
Las Cuentas por Sectores Institucionales Trimestrales (CSIT), las cuales proporcionan información referente a las transacciones reales y financieras que realizan los sectores entre sí y con el resto del mundo, señalaron que en los primeros tres meses del año las remuneraciones de los asalariados representan 28.3 por ciento de la riqueza del país, dato que fue ligeramente 0.8 por ciento menor respecto del último trimestre de 2020, luego de un año complicado por la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, en la distribución del PIB del país se observa una disparidad al comparar la proporción que representan los salarios con el excedente bruto de operación, concepto que se refiere a las ganancias empresariales, las cuales representan 43.3 por ciento de la riqueza de la nación, cifra que mostró una contracción de 1.7 por ciento respecto del cuarto trimestre de 2020.
Las diferencias en la distribución de la riqueza en el país, como lo afirma Samaniego, no son una novedad. En 2019 la proporción de los salarios respecto del PIB fueron de 26.61 por ciento, mientras las ganancias de las empresas representaron 44.28 por ciento.
Samaniego refiere en su artículo que a nivel internacional la proporción de las remuneraciones también se refleja al ser medidas entre hogares y empresas, de acuerdo con las cifras divulgadas ayer por el Inegi, pues en los tres primeros meses del año 33.3 por ciento del PIB fue generado en los hogares, dato 0.5 puntos menor respecto de igual periodo de 2020.
Las sociedades no financieras, es decir, las empresas que producen bienes y ofrecen servicios no financieros, aportaron en el periodo comprendido entre enero y marzo 45.8 por ciento del PIB, es decir, casi la mitad de la riqueza de México.
El dato es 0.5 puntos superior frente al mismo periodo de 2020, cuando se ubicó en 44.6 por ciento.
El gobierno federal aportó el 8.9 por ciento del PIB nacional, las sociedades financieras, es decir, las que tienen relación con el sistema bancario y financiero de la nación generaron 4.1 por ciento. Los impuestos a los productos netos generaron 7 por ciento.