México espera que Estados Unidos cumpla con las reglas automotrices acordadas en el modernizado pacto comercial de América del Norte y descarta revisar una nueva metodología, dijo la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, al fijar una línea firme frente a una reunión bilateral de alto nivel que se realizará la próxima semana y que ha sido empañada por una disputa sobre el futuro de la industria automotriz en la región.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador pidió el 20 de agosto consultas formales sobre las reglas de origen por la interpretación más estricta e incompatible con el tratado que busca la administración de Joe Biden. El mandatario mexicano dijo en la víspera que espera lograr un “pronto acuerdo” para evitar ir a un panel.
La subsecretaria De la Mora aclaró en entrevista con Reuters que en la etapa de consultas –que deben iniciar en 30 días desde la petición– lo que se busca es que Estados Unidos aplique lo que quedó plasmado en el acuerdo.
Al preguntarle si podría surgir una nueva metodología para calcular el valor contenido regional (VCR) que satisfaga a ambas partes durante los 75 días que da el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para llegar a una solución “mutuamente satisfactoria”, la funcionaria fue tajante: “No, porque no estamos renegociando (el T-MEC)”.
“El texto del acuerdo dejaba muy claras cuáles eran las flexibilidades obtenidas”, y agregó que aunque aún no han iniciado las consultas, desde el gobierno de Donald Trump México empezó advertir a nivel técnico y ministerial diferencias en la interpretación estadunidense que considera “contraria al espíritu de la negociación”.
Para que un vehículo sea considerado originario de América del Norte y no pague aranceles deberá cumplir con un VCR de 75 por ciento a partir del primero de julio de 2023. El mismo porcentaje aplicará para las partes esenciales, según el pacto comercial que reemplazó el año pasado al TLCAN, donde el VCR era de 62.5 por ciento.
México –respaldado por Canadá– busca entre otros puntos que, tal como se definió en el acuerdo y sus reglamentaciones uniformes, la metodología que se permite para calcular el VCR de las partes esenciales pueda usarse al estimar el VCR del vehículo.
Esto implica que cuando una parte esencial alcance el porcentaje requerido de 75 por ciento, se considere por “redondeo” el componente como cien por ciento originario, incluso para el cálculo del VCR del vehículo, algo con lo que la autoridad estadunidense no coincide.
“Exigirles (a las armadoras) requisitos que van más allá de lo negociado puede resultar contraproducente a la industria en América del Norte, reducir competitividad, elevar costos y realmente hacerla una región menos atractiva para la inversión y la producción”, dijo la subsecretaria.
Que actualmente no se sepa cuál metodología respecto a las reglas de origen automotrices es la correcta genera una “incertidumbre innecesaria”, porque el T-MEC se negoció “precisamente para darle certidumbre a la industria, al productor, al exportador, al inversionista y al comerciante”, dijo De la Mora.
La funcionaria llamó a ponderar si el régimen de origen en el TMEC pudiera incluso terminar incentivando que proveedores de fuera de Norteamérica, como por ejemplo Corea del Sur, se beneficien de reglas de origen mucho menos estrictas que les permitan exportar sin aranceles, en lugar de atraer proveeduría a la región.