De acuerdo con información publicada ayer en el periódico griego Ethnos, George, el hijo de Mikis Theodorakis (Quíos, 29 de julio de 1925-Atenas, 2 de septiembre de 2021), pidió a través de su cuenta de Facebook que se cumpla “con silencio y respeto” el último deseo de su padre: ser enterrado en Galatas Chania.
Tras su muerte, la familia había decidido sepultar al compositor en Vrachati, Corinto, lo que provocó una disputa entre la familia y los elegidos por Theodorakis para cumplir su último deseo, quienes presentaron una solicitud de medidas cautelares para impedir que el entierro se llevara a cabo en un lugar diferente al elegido por el compositor. Como respuesta, el Tribunal Único de Primera Instancia de Atenas emitió ayer una orden temporal que prohíbe llevar a cabo el entierro en Vrachati.
Esta disputa se generó desde febrero 2013, a raíz de que Mikis Theodorakis manifestó su deseo en una carta escrita al entonces alcalde de Chania, Manolis Skoulakis, donde indicaba que quería ser enterrado en el lugar de nacimiento de su padre. En la misiva también mencionaba el desacuerdo de su familia por tal solicitud y defendía su intención agregando que, de acuerdo con la jurisprudencia vigente, toda persona tiene derecho a decidir el tipo de ceremonia fúnebre y el lugar de entierro o cremación que desee.
En el diario también se añade que, debido al desacuerdo surgido desde entonces con su familia, Mikis Theodorakis informó al alcalde de Chania que había pedido la ayuda de sus colaboradores más cercanos, como su secretaria, Rena Parmenidou, y su amigo George Agorastakis, presidente de los Pankritos. Asociación Theodorakis, para que ejecutaran su último deseo.
Y agrega que el pasado octubre, el compositor también envió una carta a Dimitris Koutsoumbas, secretario general del Partido Comunista griego, KKE, en la que le compartía las instrucciones sobre la procesión fúnebre y su entierro.
En la carta, Theodorakis declaró: “Pasé mis años más críticos, fuertes y maduros bajo la bandera del KKE. Por eso quiero dejar este mundo como comunista. Así que me gustaría pedirle que llegado el momento lo aborde personalmente para que no sólo se respete mi ideología, sino también mis luchas por la unidad de los griegos. Además, por supuesto, de todo lo que ya he arreglado, en consulta con mi secretaria Rena Parmenidou y el amigo y presidente de la Asociación de Amigos Pancretanos, George Agorastakis”.
A última hora de la tarde de ayer, el hijo del compositor puso fin a la disputa, al escribir en su cuenta de Facebook: “Acataremos su deseo con silencio y respeto. Esto es lo que dicen todos los demás. El dolor que tenemos nos basta”.