La semana próxima, el presidente Andrés Manuel López Obrador enviará una carta a su homólogo Joe Biden para sugerirle atender lo más pronto posible las causas del flujo migratorio de ciudadanos centroamericanos que cruzan México en dirección a Estados Unidos, porque aquí “el propósito es mantener hasta donde sea posible a los migrantes en el sur-sureste del país.”
Franco, sin rodeos, subrayó la inconveniencia de sólo fincar el plan migratorio en el pie de la contención, “porque queda cojo, se requiere la cooperación para el desarrollo, los dos pies, se necesita que haya inversión en Centroamérica, eso es lo que estamos planteando. Ya hay que hacer algo diferente.”
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el mandatario mexicano enfatizó la preocupación que le supone la travesía de familias enteras a lo largo de la República, pues corren muchos riesgos. Recordó “el fusilamiento en San Fernando” en plena guerra contra el narcotráfico durante el gobierno de Felipe Calderón, y los guatemaltecos quemados en Tamaulipas, en marzo pasado. También reiteró que su orden, por encima de todo, es respetar los derechos humanos de los migrantes.
Desgranó la propuesta que enviará a Biden, porque, con los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, en un plazo de seis meses, tanto en Guatemala, Honduras y El Salvador se generarían 330 mil empleos.
“El propósito es mantener hasta donde sea posible a los migrantes en el sur-sureste del país, porque permitir la introducción por completo al territorio nacional significa muchos riesgos de violaciones de derechos humanos, sobre todo en la frontera norte. Ya se ha olvidado, porque a los medios de información no les conviene, recordar hechos lamentables como el fusilamiento de migrantes en San Fernando, y todavía lamentamos que unos migrantes guatemaltecos fueron asesinados, quemados, en la frontera de Tamaulipas. Corren muchos riesgos.”
López Obrador expresó que se deben buscar, y ya hay opciones para lograr que las personas permanezcan en sus hogares. Reiteró que se debe insistir en el fondo de la crisis, “así se lo voy a volver a plantear al presidente Biden, la semana próxima a más tardar le envío una carta. No podemos sólo estar deteniendo, reteniendo, hay que atender las causas.”
Así analizó lo que habrá de escribir a Biden en su misiva. “Que se extienda el programa Sembrando Vida a Guatemala, Honduras y El Salvador, que se haga lo que se está realizando en Chiapas: en la entidad estamos sembrando 200 mil hectáreas de árboles frutales y maderables, y están trabajando 80 mil sembradores. Eso mismo se debe de hacer en Guatemala, de inmediato empezar a ofrecer apoyos para cultivar la tierra, 200 mil hectáreas para empezar, primera etapa, 80 mil empleos; en Honduras, otras 200 mil, con otros 80 mil sembradores, y en El Salvador, 200 mil hectáreas, 80 mil; 240 mil empleos a más tardar en seis meses.
“Con Jóvenes Construyendo el Futuro se beneficia en Chiapas a 30 mil. Esos 30 mil jóvenes que ahora están trabajando como aprendices en Chiapas, se replica y son 30 mil para Guatemala, 30 mil para Honduras y 30 para El Salvador; 90 mil y 240 mil, 330 mil empleos, pero en tres, en seis meses ya, ¡ya!”, repuso.
A esas dos vertientes se debe sumar un compromiso del gobierno de Estados Unidos: para que los inscritos en programas –330 mil personas– en una primera etapa, obtengan visas temporales de trabajo para que puedan ir, trabajar seis meses y regresar a ver sus plantaciones, regresar a sus actividades en Centroamérica.