En Tepoztlán, Morelos, mañana sábado, a las 13 horas, se presentará el libro de autoría colectiva: Pueblos y territorios frente al Tren Maya: escenarios sociales, económicos y culturales (Centro Interdisciplinar para la Investigación de la Recreación AC, 2021), coordinado por Giovanna Gasparello y Violeta Núñez Rodríguez, que incluye una introducción conjunta, sendos capítulos de ambas, así como contribuciones de Alicia Castellanos Guerrero, Jesús Antonio Machuca, Luis Alberto Martos y Eliana Acosta Márquez.
Esta rigurosa y oportuna obra, financiada parcialmente por el Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Snpicd-INAH), se adscribe a una ciencia social que establece espacios colectivos de análisis a partir de un diálogo continuo con organizaciones de base y la sociedad civil, que se constituyen, a su vez, en actores y sujetos de la realidad estudiada.
Los autores responden a la urgente necesidad de hacer un diagnóstico y una proyección a futuro de las posibles consecuencias del megaproyecto llamado Tren Maya en la vida de los pueblos que habitan en los territorios invadidos por esta megaobra paradigmática del gobierno actual, que, paradójicamente, considera estar llevando a cabo una cuarta transformación histórica del país, del calado de la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Los investigadores que participan en este logrado esfuerzo de un quehacer antropológico al servicio de los pueblos, al declararse “comprometidos con el respeto de la dignidad y los derechos de todos los seres vivos”, responden a interrogantes que plantean y se constituyen en los ejes hipotéticos y temáticos de la pesquisa misma: “¿Quiénes serán los beneficiarios del “desarrollo” económico que promete el discurso oficial sobre el Tren Maya? ¿Cuál es el costo social de la turistificación de territorios y culturas y su mercantilización en beneficio de quienes pueden comprar su remanso de ocio y esparcimiento? ¿Cuáles consecuencias tendrá el nuevo “ordenamiento territorial” para el sistema de propiedad social vigente en el sureste mexicano y para las territorialidades comunitarias, indígenas y campesinas? Frente al incremento de múltiples violencias en las urbes hiperturísticas del Caribe mexicano, ¿es oportuno proyectar nuevos centros urbanos con vocación turística? ¿Cuál es la valoración otorgada al patrimonio histórico y arqueológico, y a la población que históricamente lo ha cuidado, por la racionalidad del desarrollo turístico?”
A los autores de los trabajos compendiados los respaldan reconocidas trayectorias en sus respectivas disciplinas: antropología, sociología, economía, arqueología, y sus textos se fundamentan en repetidas, intensas y prolongadas estancias de investigación de campo, que han proporcionado un conocimiento de primera mano de los procesos en curso, a partir, también, de una actualizada y amplia bibliografía sobre cada uno de los temas tratados, y con base en una exhaustiva revisión de fuentes documentales de variada procedencia, ante la falta de información y la opacidad por parte de las autoridades sobre el proyecto iniciado, pero, sobre todo, de un oído receptivo a lo que las comunidades piensan sobre este proceso de recolonización militarizada y necropolítica que caracteriza al gobierno actual y contra el cual oponen una firme resistencia.
A contracorriente de la retórica del progreso, la ingeniería de conflictos y la antropología de la disuasión social que acompaña al Tren Maya, el libro reseñado pone al descubierto el carácter integral de una obra de alto impacto, que no es sólo una vía ferroviaria, sino, en realidad, un reordenamiento integral del territorio de la península para beneficio de un turismo potencialmente depredador, asimilacionista y etnocida. Un ordenamiento turístico del territorio opuesto, en los hechos, a los principios de sustentabilidad que difunde la narrativa oficial sobre el proyecto.
El actual gobierno no asume las experiencias de destinos turísticos consolidados, donde han prosperado la economía mafiosa, la necropolítica y las violencias directa y estructural, así como “la conexión entre el incremento de la incidencia delictiva, el incremento demográfico, el crecimiento urbano y el crecimiento económico, como variables concomitantes en el incremento de las desigualdades, la exclusión y la explotación”.
El libro incluye reflexiones críticas sobre el carácter destructivo para el patrimonio arqueológico, histórico, natural y social, para su adecuada conservación y manejo por parte de un proyecto de corte totalmente neoliberal, que conlleva desintegración comunitaria, mercantilización y cosificación de la cultura de los pueblos originarios.
Obra imprescindible y de urgente difusión en tiempos aciagos de una crisis que amenaza la continuidad de pueblos indígenas y campesinos que defienden y luchan por la vida.