Por unanimidad, el Senado aprobó reformas a la Ley General de Salud, a fin de prohibir los experimentos con animales en la industria cosmética. Los 103 legisladores presentes avalaron esa reforma que, según expusieron en tribuna, una veintena de oradores, busca acabar con la crueldad, violencia y tortura a que se somete a ratas, cobayas, cerdos, conejos, changos y otros especímenes, para que la industria cosmética gane millones de dólares.
La sesión presidida por Olga Sánchez Cordero fue seguida desde el palco de invitados del pleno por su suplente, Jesusa Rodríguez, quien, en los pasados tres años ocupó el escaño de la entonces titular de Gobernación e impulsó fuertemente la iniciativa con esa reforma, que ayer fue turnada al Ejecutivo federal para su promulgación.
En los escaños se colocaron fotos de mascotas y una veintena de oradores resaltaron la importancia de ese cambio legal, en un contexto de 115 millones de animales muertos en todo el mundo de forma lenta y dolorosa, al ser usados para probar cremas, perfumes y otros productos de belleza.
“Es un día histórico para estos seres vivos que no tienen voz, pero que deben ser tratados con dignidad”, recalcó el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, autor de la iniciativa. Nadie, abundó en tribuna el morenista, puede estar en contra de prohibir que las empresas de artículos de belleza dejen de usar animales vivos para sus experimentos.
Sylvana Beltrones, senadora del PRI, destacó: no es un secreto que detrás de la fabricación de gran parte de jabones, cremas faciales, cremas corporales, champús, maquillajes, hay una gran realidad: el maltrato animal. Millones de animales mueren cruelmente por las pruebas, “se les obliga a consumir sustancias que dañan su salud y enfrentan una muerte cruel. La industria cosmética en México vende 10 mil millones de dólares anuales”.
La senadora de MC Verónica Delgadillo resaltó: “115 millones de changuitos, perritos, conejos, ratones, y un sinnúmero de animales son sometidos a prácticas de tortura, porque no tienen anestesia ni analgésicos”.
La reforma establece que no podrán fabricarse, importarse ni comercializarse productos cosméticos cuando en su formulación final medien o hayan mediado pruebas en animales, y contengan ingredientes o combinaciones de éstos que sean o hayan sido objeto de pruebas en animales.
También contiene sanciones de dos a siete años de prisión y multa equivalente de 200 a dos mil veces el valor de la unidad de medida y actualización, a quien contrate, autorice, conduzca, participe o desarrolle pruebas cosméticas en animales.