De él, todo un gánster, no se podía esperar otra cosa: “el empresario Alonso Ancira Elizondo incumplió los acuerdos contraídos con Petróleos Mexicanos (Pemex) y se podría reactivar el procedimiento penal en su contra. Además, conforme a lo estipulado en el convenio de reparación del daño, los representantes legales del accionista mayoritario de Altos Hornos de México (Ahmsa) aceptaron firmar un fideicomiso en el que dejarían en garantía 99 por ciento de Grupo Acerero del Norte (GAN), “lo que daría lugar, entre otros, a la ‘ejecución de la garantía otorgada’” ( La Jornada, Gustavo Castillo).
Se trata del mafioso disfrazado de “hombre de negocios” que en el sexenio de Peña Nieto fraudulentamente –con la complicidad de Emilio Lozoya Austin– vendió a Pemex la empresa Agronitrogenados –un montón de fierros viejos, en desuso desde 1999– a un sobreprecio mayor a 200 millones de dólares, y que, por lo mismo, fue detenido y encarcelado por la Fiscalía General de la República, tras su extradición de España, país al que huyó este traficante de influencias en su intento por librar la cárcel.
No lo consiguió y a su retorno a México Ancira fue a parar al Reclusorio Norte, en el que permaneció hasta firmar un convenio de reparación del daño causado al erario, es decir, el sobreprecio por Agronitrogenados. Por ese “compromiso”, el gansteril empresario logró salir (abril de 2021) del Reclusorio Norte, con la salvedad de que el proceso penal en su contra quedaba en suspenso hasta que regresara íntegramente lo que se robó (216.7 millones de dólares, sólo en el caso de la citada empresa de fertilizantes, la cual fue adquirida como parte de la política privatizadora de Carlos Salinas de Gortari).
Como era de esperarse (sólo los ilusos creyeron que respetaría lo pactado), el hampón incumplió, de ahí que en la mañanera de ayer el presidente López Obrador comentara que “están mal aconsejando al señor Ancira; ojalá y reflexione, porque sí ya había aceptado un acuerdo lo que procede es que lo cumpla. No va a obtener beneficios si busca con abogados leguleyos quererle dar la vuelta a lo que ya se acordó. Él debería de estar agradecido, él sabe muy bien que vendió a sobreprecio esa planta, lo sabe perfectamente”.
López Obrador fue puntual: “sí ya él tiene un acuerdo, pues lo mejor es que lo cumpla, que no les haga caso a los abogados, que ni siquiera piense que una vez que yo me vaya ya va a poder él librarse de la cárcel. “Si le están diciendo: ‘vamos a aplicar aquí tácticas dilatorias –como los abogados huizacheros, que abundan– y le vamos a hacer de esta manera’. Le recomendaría que cumpliera, que no le haga caso a quienes le están recomendando eso, y también que no les haga caso a los políticos, a sus amigos, porque ellos también tienen” cola que les pisen.
Cuando el pasado 19 de abril Alonso Ancira salió del Reclusorio Norte “las autoridades ministeriales federales precisaron que no se desistieron del procedimiento en contra del empresario, sino que a solicitud de la Fiscalía, el juez del conocimiento suspendió el procedimiento, a condición de que el indiciado cumpla con todos sus compromisos de reparación del daño; en caso contrario, se continuará con el ejercicio del procedimiento penal correspondiente” ( La Jornada, César Arellano y Eduardo Murillo).
La FGR divulgó una versión del acuerdo reparatorio al que se obligó el mafioso empresario como condición para que dejara la cárcel, y en ese documento queda claro que “el incumplimiento en tiempo y forma en el otorgamiento de las garantías dará lugar a que Pemex y Pemex Transformación Industrial soliciten la reanudación del procedimiento penal en contra de Alonso Ancira Elizondo”.
Pues bien, si el gánster Alonso Ancira incumplió con lo convenido, la autoridad está obligada a depositarlo, una vez más, en el Reclusorio Norte. Como diría López Obrador, “tengan para que aprendan”.
Las rebanadas del pastel
Finalmente el Borolas logró su objetivo y Reyes Rodríguez Mondragón fue “electo” presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien ya como tal contó su primer chiste: “me comprometo a fortalecer la independencia, autonomía e imparcialidad de la institución; esta es la hora de apagar cualquier atisbo de influencias externas”. En 2024, este chistoretero calderonista será el encargado de calificar la elección presidencial.