Los Señores, así se llama la banda, se unen al homenaje discográfico titulado Cornelio Reyna… Por siempre. La canción elegida por este cuarteto es Botella envenenada a la cuál le dan un giro de 360 grados, pero en la vuelta, regresa bañada de una base rítmica contundente hecha por Elohím en la batería y por el maestro José Aréan en el bajo; mientras los hermanos Lara –Bon y Marcelo– se encargaron de las guitarras de seis cuerdas y la voz blusera/ campirana principal corre a cargo de Marcelo.
“Esta canción la escogimos –dice Marcelo– más que nada por la letra, porque la sentimos como más blusera; casi desde el título sabíamos que esta iba a ser la buena” por su parte, Bon añade “el título y la canción son muy bluseras. Lo ranchero tiene contactos temáticos fuertes con el blues.”
Los cuatros músicos, aceptan de alguna manera, que antes de esta grabación no estaban muy familiarizados con el trabajo de Cornelio Reyna. Dice Elohím: “para mí fue sorpresivo cuando Marcelo y Bon me enseñaron el material, porque la verdad, no conocía nada de Cornelio Reyna, pero siempre se aprende algo nuevo. Entonces, ver el arreglo de Bon y que me dejaran jugar en mi estudio y meterle la batería al estilo Los Señores fue difícil porque no se trata nomás de tocar y, más, porque la canción es muy conocida con Los Temerarios, pero mucho me ayudó el bajo del maestro Aréan para llevar a cabo este sonido. Y es, como el primer escalón, para escuchar más música mexicana y quitarme los prejuicios de ‘soy muy roquero’. Aquí, participa José Aréan “hay géneros que parece que no se tocan, pero en realidad sí muy de cerca, cuando ves la raíces del blues y del rock, la música mexicana y los cantos negros de los esclavos en las fincas algodoneras, tú dices ¿cómo puedes meter esas cosas en el mismo cajón? Esto sucede justo con la ranchera; ahora nos damos cuenta que es muy blusera pues los tres acordes son los mismos del blues. Esta canción tiene más notas, y por eso puedes tocar Las Mañanitas o México lindo y querido; entonces, es interesante lo que pueda aflorar, en este caso, de manera afortunada con Botella envenenada”.
En esta pieza, la voz de Marcelo confiesa, al cantar: Jamás, jamás/jamás, podré olvidarla/La llevo aquí en mi pecho/bien clavada. Por eso le suplico/al que hace al vino/que mande una botella/de vino envenenada. Bon, al referirse a esta letra, asevera “Cornelio Reyna es de esos compositores muy directos, muy claros en lo que dicen y de manera muy inmediata. Lo poético no está en las palabras sino en el modo en que lo está diciendo. Y eso está padre, porque son las rolas pegadoras, de amor, de me dejaste y voy a seguir bebiendo. Y el blues tiene mucho de esto si oyes a Muddy Waters, para atrás. Y el country blues, está todavía más cercano”, determina Bon.
Botella envenenada ya circula en plataformas; por su parte Los Señores pospusieron su concierto en el Zinco Jazz Club, por la situación actual, pero en breve, en su página de Facebook –Los Señores Blues Band- darán a conocer la nueva fecha.
