El Gobierno de la Ciudad de México estimó que al cierre del año la economía de la ciudad registrará una tasa de crecimiento de 6.3 por ciento, “una recuperación importante” considerando que dicho indicador en el primer trimestre mostraba una contracción de 3 por ciento, que se revirtió en el segundo trimestre con un crecimiento de 2 por ciento y de 4 por ciento en el que transcurre.
En tanto –señala el tercer Informe de gobierno que la titular del Ejecutivo local, Claudia Sheinbaum Pardo, entregó al Congreso capitalino–, dentro de la política de austeridad y combate a la corrupción se implementó una estrategia de compras públicas que permitió, en el contexto de la pandemia, un ahorro de mil 423 millones 858 mil 34.30 pesos y erradicó prácticas que permitieron que hasta 30 por ciento de las adquisiciones de bienes y servicios fueran de mala calidad y con precios fuera de lo razonable, entre otras irregularidades.
En el capítulo de Ciudad Sustentable, refiere que la interrupción de la actividad económica por la pandemia provocó una caída en la economía de la ciudad en 2020 en rangos de entre 6.8 y 7.5 por ciento y este año, a medida que avanza el programa de vacunación, se va reactivando con rapidez, siguiendo muy de cerca la dinámica del sector secundario, principalmente las industrias manufacturera y de la construcción, así como el sector servicios asociado al comercio y el turismo.
Resalta que la ciudad es el mejor destino de inversiones en materia turística y muestra de ellos son los 22 hoteles en proceso de construcción y en gestiones por 25 mil 804 millones de pesos que generarán 3 mil 685 empleos directos y más de 12 mil indirectos un vez que estén en operación.
En el rubro de Austeridad Republicana, el informe resalta la estrategia de compras gubernamentales ante la gestión tradicional que se aplicaba hasta 2018 e implicaba altos costos administrativos y dificultades para ejecutar y evaluar el gasto, permitía “puntos de contacto entre proveedores y compradores con alto riesgo de corrupción, barreras que impedían la competencia al reducir el número de proveedores potenciales y estrategias de contratación limitadas que no aprovechaban el poder de compra del Gobierno de la Ciudad de México para obtener mejores condiciones”.
Prevalecían las adjudicaciones directas, más de 70 por ciento, y ahora se limita a compras de no más de 430 mil pesos y el número de proveedores autorizados se incrementó de mil 700 a 5 mil 838.
El informe destaca entre los ahorros el que se generó con la licitación pública nacional para introducir el Centro de Comando y Control en la Central de Abasto, en el que tras 31 rondas se adjudicó por 165.8 millones, inferior en 77 millones respecto al del estudio de mercado.