Ciudad de México. Ante la inexistencia de un auge de nuevas inversiones en México, más allá de los proyectos insignia del gobierno federal, uno de los sectores que más sufrirá la falta de coordinación entre las inversiones públicas y privadas es el eléctrico, con riesgos de más apagones en el territorio nacional, alertó Moody's Investors Service.
Durante el foro organizado por la firma internacional de riesgo crediticio: “Inside LatAm: Mexico”, Roxana Muñoz, vicepresidenta adjunta y analista de Moody's, sostuvo que los apagones en el país son una combinación de falta de inversión en líneas de transmisión eléctrica, ya sean nuevas o de modernización de las existentes, y también por la falta de inversión en su generación.
“Más que un monto en específico de inversión para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que se necesita es que las inversiones empiecen a llegar. No vemos una coordinación entre las inversiones públicas y el sector privado, de tal manera que los proyectos ya programados arranquen. Pero para eso se necesita una definición del financiamiento de los mismos proyectos y, sobre todo, de dar una certeza jurídica dado todos los cambios a la Ley Eléctrica que ha propuesto la presente administración”, afirmó Muñoz.
¿Qué tan feo se pueden poner los apagones en México?, soltó la pregunta un asistente al foro, a lo que la especialista respondió que ante la falta de inversión, tanto en transmisión como en generación eléctrica, todo va a depender de qué tanto siga creciendo la demanda y se sigue estresando el sistema eléctrico del país.
Apagones y volatilidad de precios
Tan sólo en la Península de Yucatán no se genera suficiente electricidad y es una zona importadora neta, ya sea por falta de gasoductos que no llevan el gas para construir plantas de generación nueva o porque no hay energía renovable, puede haber varias razones, que se resumen en la falta de inversión.
Entonces al importar energía se requiere de una buena red de transmisión que pueda cubrir la demanda y Yucatán sólo tiene un corredor que está al límite y cualquier problema con esta red puede causar desabasto y por ende apagones.
Esto contrasta con Oaxaca, por ejemplo, donde si hay disponibilidad de energía, de hecho es energía limpia, la cual podría ayudar a cubrir el diferencial entre oferta y demanda de la península de Yucatán; sin embargo, no están conectados, no hay una línea de transmisión disponible.
Otro caso, precisó Muñiz, es Baja California Sur, quien tiene el problema de que no puede importar energía a diferencia de Yucatán porque esa península no está conectada al sistema nacional y está completamente aislada.
“A falta de líneas de transmisión, ahí lo que se requiere es generación para evitar apagones y cubrir la demanda. Un indicador que me parece muy relevante para poder reflejar la diferencia estructural disponible en cada una de las regiones es el de los precios marginales locales.
“El precio promedio por megawatt por hora en Baja California Sur fue de 5 mil 900 pesos, mientras que el peso promedio peninsular fue de mil 400 pesos y esto lo comparamos con el precio del noreste de 800 pesos”.
En México hay una elevada volatilidad en el precio de la energía eléctrica y la existencia de más de mil 400 precios diferentes en igual número de puntos nodales de la red de distribución.