Ciudad de México. Al delimitar la separación entre los intereses de funcionarios de gobierno y de corporaciones, cuya asociación terminaba por recaer en las finanzas públicas, México está pasando por un cambio estructural que “vale mucho dinero en el largo plazo”, aseguró Rogelio Ramírez de la O durante su primera participación como secretario de Hacienda y Crédito Público frente a inversionistas nacionales e internacionales.
“Vale mucho separar los intereses del gobierno, de los funcionarios del gobierno, de aquellos intereses de los grandes consorcios privados (…) vale mucho dinero en el largo plazo, porque la asociación demasiado cercana y tan casual como ha existido en varias décadas, en general venía a gravitar finalmente sobre las finanza públicas en el corto o largo plazo”, dijo en un foro organizado por la calificadora de riesgo Moody’s.
El secretario puso como ejemplo la reforma energética del sexenio pasado. Recalcó que si al diseñarla se hubieran incluido en su modelo los balances de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), “quizá se hubiera encontrado que era una reforma muy positiva para los flujos de inversión extranjera, pero que finalmente iba a golpear los balances de entidades públicas que son deudores muy importantes en el mercado internacional”.
Descarta garantías a deuda de Pemex
A pregunta expresa sobre el por qué el gobierno no asume la deuda de Pemex para sanearla, Ramírez de la O respondió que “sería muy lógico” garantizar las obligaciones de la petrolera si se hace de lado “una serie de restricciones normativas que quedaron impresas en la roca, a partir de la reforma energética”.
Explicó que al quedar Pemex como “empresa productiva del Estado”, la ley prohíbe que el gobierno federal garantice su deuda. Si bien en 2018 López Obrador tenía suficiente respaldo en el Congreso para modificar esta normativa, al final no se planteó el tema. “Fue una decisión política del Presidente no preocupar a los mercados”, aseguró el secretario.
Detalló que en el periodo de transición el mandatario consideró que no se necesitaban revisar los contratos de producción petrolera y se podía recuperar a la empresa con las normas que ya había. Ahora, “independientemente de capital político que eso requeriría”, modificar la legislación y que el gobierno garantice las obligaciones de Pemex implica “una vuelta de 180 grados” y para los mercados sería un poco tarde, dijo.
Así que con Pemex se irá “poco a poco” y “muy ad hoc”, agregó, frente a los inversionistas. Pero no dejó espacio a dudas: el gobierno mexicano “está en plena posición para seguir apoyando” a la petrolera; además de los apoyos financieros, se tiene una mayor “retroalimentación de cosas que son necesarias hacer y reordenar” con la dirección de la empresa.
Moody’s mantiene en Baa1 con perspectiva negativa la calificación de los bonos respaldados por el gobierno de México, todavía en grado de inversión, pero alerta que los “anuncios” de cambios en política pública hechos por el presidente Andrés Manuel López Obrador generan incertidumbre; y a finales de julio hundió otro poco en terreno especulativo a Pemex, recortó de Ba2 a Ba3 su nota.
“Nueva narrativa” en Hacienda
De cara a la segunda mitad del sexenio, que inicia con Ramírez de la O como secretario de Hacienda, el funcionario consideró que ya se hicieron las reformas que eran prioritarias para el presidente Andrés Manuel López Obrador y que los órganos de gobierno y el aparato político del Congreso ya están “bien entendidos filosóficamente”. Ahora resta ir a la ejecución, los detalles, y al cierre de las cuentas fiscales en 2024, abundó.
Ramírez de la O explicó que mucho tiene que ver con aspectos microeconómicos, que los proyectos de inversión en infraestructura —anunciados de la mano de inversión privada— realmente se realicen y concluyan; pero también se comienza a planear el cierre fiscal de 2024, bajo un “marco multianual” que dé “mayor certidumbre para saber dónde se tienen que enfatizar las acciones”.
Frente a los representantes del mercado dijo que el gobierno actual ha sido claro en las acciones de política, “también en las palabras, pero yo me fijo más en las acciones”. En ese sentido, explicó que es prioridad para la economía de México el vínculo con Estados Unidos, al grado de que es “eje de la recuperación en 2022” y oportunidad de crecimiento para 2023 y los años siguientes.
Como tercer secretario de Hacienda bajo la actual administración, Ramírez de la O esbozó su distintivo: “la nueva narrativa que yo propongo es que veamos los mensajes y veamos las acciones. México sí está pasando por un cambio estructural, que, me temo, no ha sido por nuestra parte bien narrado y quizá en el mundo no suficientemente bien percibido”.