Tokio. La polémica alcanzó a los Juegos Paralímpicos de Tokio. La impuntualidad le costó la medalla de oro al lanzador de bala malayo Muhammad Ziyad Zolkefli. El paratleta parecía consagrarse como campeón en la categoría F20 –para competidores con discapacidad intelectual–, tras su victoria de ayer, pero fue descalificado llegar tres minutos tarde a la competencia.
Zolkefli y otros dos deportistas –que no subieron al podio del Estadio Olímpico– pudieron competir bajo protesta luego de no presentarse a tiempo para el evento, explicó el vocero del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Craig Spence.
“Llegaron tarde, podrían tener una razón lógica para su tardanza y, por lo tanto, les permitimos competir y revisamos las circunstancias del problema más tarde”, añadió Spence.
World Para Athletics, el organismo que rige el atletismo paralímpico, explicó en un comunicado más tarde que, después de la prueba, un juez determinó que “no había una razón justificable para que los atletas no se reportaran” a tiempo. Una apelación fue rechazada, agregó.
La descalificación dio la presea dorada al ucraniano Maksym Koval, mientras su compatriota Oleksandr Yarovyi se colgó la plata. El bronce fue para el griego Efstratios Nikolaidis.
Según Spence, la descalificación fue recibida con ira en redes sociales, donde se realizaron comentarios “muy abusivos”, sobre todo hacia los ucranianos.
“Lo siento. Las reglas son las reglas", afirmó Spence; “la decisión está tomada. No fue culpa de los ucranianos que el malayo llegara tarde”.
Spence explicó que los deportistas señalados llegaron tres minutos tarde y no consideró que la sanción sea dura; “otros llegan cinco minutos antes”, apuntó.
La excusa dada por el malasio y los otros dos deportistas fue que “no escucharon el anuncio o estaba en un idioma” que no comprendían, afirmó el vocero.
La clase F20 en lanzamiento de bala es para deportistas con discapacidad intelectual.
Esta decisión desató el enfado del ministro de Ciencia malasio, Jairy Jamaluddin, que la calificó de “vergonzosa” en Twitter.
“Esto contraviene el espíritu de los Juegos Paralímpicos. Es una medalla de oro y un récord robados", acusó.