Ciudad de México. La resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de retirar a José Luis Rodríguez Díaz de León de la lista de diputados plurinominales generó ayer dudas y un retraso de dos horas en la instalación del pleno en el Congreso de la Ciudad de México.
A la sede del Legislativo llegaron los diputados de otras bancadas, pero los ausentes fueron los morenistas, que se encontraban reunidos desde las 8 de la mañana para acordar quiénes serían los nuevos coordinadores ante la intempestiva salida de Rodríguez.
La decisión de los magistrados, que se difundió anteayer por la noche, ocasionó que la diputada Isabela Rosales fuera relecta por un periodo de tres años y que Morena afianzara las alianzas con otros partidos, como es el caso de Elizabeth Mateos, electa por el Partido Verde, y que terminó por aliarse a los morenistas.
Además, la bancada quedó a cargo de la diputada Martha Ávila, cercana a Valentina Batres, por lo que el control gubernamental y legislativo de la Ciudad de México queda en manos de los hermanos Batres Guadarrama.
En Donceles resaltó la presencia de Héctor Ulises García, líder local de Morena, quien en lugar de estar con sus correligionarios se paseó en espera de conocer los acuerdos, como si el golpe que el Tribunal asestó a su partido le fuera ajeno.
Incertidumbre entre opositores
La duda también llegó a la oposición, cuyos legisladores se preguntaron con quién iban a generar acuerdos ahora que Rodríguez estaba fuera del Congreso.
Hora y media después ingresaron los morenistas. La diputada Guadalupe Morales dio la noticia a sus compañeros del PRD Jorge Gaviño y Víctor Hugo Lobo: sería la nueva vicecoordinadora, mientras Martha Ávila, cercanísima a Valentina Batres –con quien la oposición se niega a tener acuerdos–, continuaría como coordinadora de la bancada.
Luego del anuncio oficial todos ingresaron al pleno para rendir protesta; la última en entrar fue Isabela Rosales –amiga cercana de Rodríguez–, quien gracias a la resolución del Tribunal fue relecta.
Ahí, durante la sesión para instalar el pleno, se dio el primer roce entre Morena, sus aliados y la oposición. Jorge Gaviño, presidente de la mesa de decanos, dio un discurso en el que criticó que policías disfrazados de granaderos se enfrentaran a los alcaldes de oposición, “lo que representó un riesgo para la democracia”.
Esto provocó que Jesús Sesma, del Partido Verde, le reclamara la falta de institucionalidad; sin embargo, el perredista no se retractó y reiteró que sus palabras fueron a nombre de la mesa de decanos.
Luego de un receso de casi dos horas, los congresistas eligieron a Héctor Díaz Polanco, diputado de Morena, como presidente de la mesa directiva. En su discurso, llamó a los legisladores a dirimir los disensos por los métodos democráticos para que las decisiones que se tomen desde el pleno contribuyan a mejorar las condiciones del pueblo y a servir mejor a la ciudad y al país.
Ante el discurso empleado por la oposición a propósito del incidente del pasado lunes con los alcaldes electos de PAN, PRI y PRD frente al recinto legislativo, sostuvo que “es consustancial a cualquier sociedad, si está viva tendrá polarización, así son las sociedades humanas desde el punto de vista antropológico, pero una cosa es que esté presente como parte de la composición compleja de una sociedad y otra muy distinta que derive en intolerancias e irrespeto hacia el otro distinto y mucho menos que derive en actos de violencia”.