Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador entrega hoy al Congreso su tercer Informe con un reto mayúsculo en el ámbito Legislativo.
Morena, su partido, no tiene la mayoría en la Cámara de Diputados y deberá hacer alianzas para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, necesario para dar continuidad a sus políticas sociales.
En el Senado se impone aprobar de inmediato la ley reglamentaria correspondiente a la consulta de revocación de mandato, indispensable para ese ejercicio de consulta que se realizará en marzo del próximo año.
Morena suma 198 de los 500 diputados federales.
La nueva Legislatura tiene en su agenda la aprobación de cambios legales y constitucionales en el sector energético. El propio jefe del Ejecutivo ha dicho que no descarta acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para contener los amparos presentados por particulares de los ámbitos eléctrico y de los hidrocarburos.
A mitad del sexenio, el gobierno de López Obrador muestra avances en la economía, sobre todo en comparación con los efectos adversos merced a los estragos de la pandemia de Covid-19.
Si en septiembre de 2019 se reconoció la caída en las expectativas de crecimiento, hacia finales de 2020 el mandatario alentaba: “a pesar de los pesares vamos saliendo de esta pesadilla, de la crisis más profunda en 100 años”. Y esta vez asegura que el país se encuentra en una franca recuperación.
E ilustra: “ya se recuperó 80 por ciento de los empleos perdidos; no nos endeudamos, no ha habido devaluación como no sucedía en 50 años; las reservas del Banco de México crecieron 20 mil millones de dólares y el crecimiento de este año será de 6 por ciento”. Además, los principales indicadores macroeconómicos muestran estabilidad, hay niveles sin precedente en remesas y avance en inversión extranjera.
En el tema sanitario, el Informe detallará cómo se ha enfrentado la tercera ola de contagios, enfermos y fallecimientos por coronavirus, así como el avance del Plan Nacional de Vacunación. Tan sólo en la compra de biológicos el gobierno federal ha erogado 30 mil millones de dólares, aseguró el Presidente el pasado martes 24.
También a medio camino están las principales megaobras del sexenio.
Ha planteado de forma recurrente que sólo tiene pendientes ya, dos de los 100 compromisos asumidos al inicio de su gestión: llegar a la verdad del caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 y concretar la descentralización administrativa del gobierno federal.
La seguridad, donde la violencia armada se mantiene en niveles muy altos por la acción del crimen organizado, de acuerdo con las autoridades federales, ha podido contenerse en aspectos como homicidios dolosos, secuestro y robos. Pero no así en feminicidios, violencia familiar y extorsiones, por ejemplo.
Hilo conductor de los dos primeros informes de gobierno, y en su mensaje cotidiano en las conferencias de prensas matutinas, López Obrador blande su lucha contra la corrupción. Por tanto, es previsible que el tema también sea eje para este primero de septiembre.
En los espots alusivos a su tercer Informe, el mandatario afirma que ha cumplido en gobernar con honestidad. “En Palacio ya no hay ladrones”, asegura.
Al mismo tiempo, remarca la política que llama de “austeridad republicana”: en 2018 la oficina de la Presidencia de la República gastó 3 mil 600 millones de pesos y esta vez, sólo 600 millones. “Hechos, no palabras”, es el colofón de sus mensajes.
El Presidente suele decir que el tema de la corrupción lo ha estudiado a profundidad desde los tiempos de líder opositor e incluso escribió libros en torno al tema. Con todo, recientemente expresó que desconocía la magnitud de ese que considera el principal problema de la vida pública de México.
“Me quedé corto respecto de lo que yo había denunciado.”
Es este el panorama nacional ante el cual López Obrador cubre hoy la mitad de su mandato.