Los ingresos públicos crecieron tres veces más que el gasto en los primeros siete meses de 2021, lo que contribuyó a que las finanzas públicas de México registraran un superávit primario –ingresos menos gasto antes del pago de la deuda– de 132 mil 926.6 millones de pesos, un contraste con las presiones que impuso la pandemia de coronavirus a las políticas fiscal y hacendaria durante el mismo periodo del año pasado, muestran datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Entre enero y julio los ingresos públicos crecieron 8.2 por cien-to respecto al año pasado, e incluso se recibieron 124 mil 416 millones de pesos más respecto a lo programado.
Lo anterior es resultado de que se incrementó la recaudación en impuestos al consumo, que se sumó a los recursos provenientes de la extinción de fideicomisos y a las entradas por la venta de petróleo.
Sólo en el impuesto al valor agregado (IVA) –por medio del cual se grava el consumo– hubo un incremento de 12.6 por ciento respecto del año pasado, cuando se dieron los primeros cierres a la economía por la pandemia de coronavirus. En lo que va del año se han recaudado 87 mil 420 millones de pesos más por este concepto, respecto a lo programado por Hacienda.
El IVA llevó a que los ingresos tributarios, recaudados por el Servicio de Administración Tributaria, aumentaran 2.3 por ciento respecto del año pasado.
Sin embargo, las entradas al fisco por impuesto sobre la renta –vinculado al trabajo formal– llevan un rezago de 39 mil 597 millones de pesos frente a los contemplados por Hacienda, y cayeron 0.7 por ciento también respecto de 2020.
En el mismo periodo, el impuesto especial sobre producción y servicios se ha quedado en 42 mil 642 millones de pesos por debajo de lo programado por el gobierno federal y es 8.3 por ciento menor a los recursos registrados por el mismo concepto en los primeros siete meses de 2020.
Lo anterior se debe a mayores estímulos en gasolinas, derivado de un aumento en los precios mundiales de los energéticos.
Aumentan divisas petroleras
Ese incremento en el precio de los energéticos también llevó a que los ingresos petroleros aumentaran 59.8 por ciento, respecto al año pasado, y aún con ello se encuentran 32 mil 426 millones de pesos por debajo de lo estimado por la Secretaría de Hacienda.
Del otro lado, el gasto del gobierno aumentó 2.1 por ciento con relación al mismo periodo de 2020.
Se erogaron 3.6 billones de pesos entre enero y julio y aún se registró la retención de 43 mil 315 millones de pesos, respecto de lo programado por la SHCP.
Sin las erogaciones en inversiones financieras, pago de pensiones, participaciones y el costo financiero, el gasto público disminuyó en 1.1 por ciento, detalla la dependencia. Esto, en el contexcto de un periodo de recuperación en el que la mayoría de analistas financieros advierten la necesidad de aumentar el gasto público para impulsar la economía.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) –la medida más amplia de la deuda– ascendió a 12 billones 498 mil millones de pesos, equivalente a 50.8 por ciento del producto interno bruto, y 1.1 por ciento menos, en términos reales, que en el mismo periodo del año pasado.
Al respecto, la dependencia agregó que el tipo de cambio no tuvo un efecto significativo sobre la variación en el SHRFSP debido a que la depreciación observada al cierre de julio fue menor a 0.1 por ciento.