Venecia. Se podría perdonar a los visitantes de Venecia por no percatarse de que, más allá de la majestuosidad de la Plaza de San Marcos y los paseos románticos en góndola, se encuentra una ciudad que ayudó a proporcionar una base a lo que el mundo sabe ahora sobre las pandemias y cómo combatirlas.
Fue aquí donde se acuñó el término “cuarentena”, luego que los barcos mercantes que llegaban a la República de Venecia del siglo XV permanecieran amarrados 40 días (“quaranta giorni”, en italiano) para ver si sus tripulaciones estaban afectadas por la plaga. Fue aquí donde se construyó el primer hospital para enfermos de peste aislado en una isla solitaria en la laguna, precursor de las actuales salas de aislamiento de Covid-19.
También fue en Venecia donde los médicos del siglo XVI se pusieron máscaras con forma de pico llenas de hierbas aromáticas para limpiar el aire que respiraban cuando trataban a los enfermos, un intento de protección que hoy día es la opción preferida para los disfraces del Carnaval veneciano.
El lugar central de Venecia en la historia de la lucha contra las pandemias proporciona un telón de fondo relevante para el Festival Internacional de Cine de Venecia de este año, que comienza hoy con el estreno de la película de Pedro Almodóvar Madres paralelas en competencia. El realizador desarrolló el proyecto durante el cierre por el coronavirus de 2020 en España, uno de los más duros de occidente.
Madres paralelas es un retrato sobre las maternidades, un filme que “emocionará mucho”, adelantó Almodóvar, premiado con el León de Oro honorífico en el 2019, adelantó en una larga entrevista al diario La Repubblica.
Con una sabia mezcla de grandes producciones estadunidenses, cine de autor y célebres estrellas se inaugura la 78 edición de la Mostra, que recobra su esplendor tras el Covid.
El festival más antiguo de cine, que el año pasado se celebró a pesar de la pandemia, seguirá este año el mismo esquema de seguridad, con estrictas medidas sanitarias, puestos reservados y cubrebocas, además de exigir el pasaporte sanitario.
Gracias a la campaña de vacunación, regresan los realizadores de todo el mundo y en particular vuelven los estudios de Hollywood, los grandes ausentes el año pasado, los cuales desde hace varios años usan Venecia de trampolín para la carrera hacia los premios Óscar.
Junto con los poderosos productores estadunidenses retornan las estrellas, entre ellas Kristen Stewart, Matt Damon, Penélope Cruz, Antonio Banderas, Benedict Cumberbatch, Willem Dafoe, Jamie Lee Curtis, Tim Roth, Adam Driver, Olivia Colman, Dakota Johnson...
Como el año pasado, “un muro” protegerá la alfombra roja para evitar que se formen multitudes de seguidores y cazadores de autógrafos por la presencia de celebridades, aunque no faltarán los fotógrafos y las cámaras de televisión.
“La calidad de las películas de este año es superior a la acostumbrada, como si la pandemia hubiera estimulado la creatividad”, afirmó el director de la Mostra, el crítico italiano Alberto Barbera, al dar a conocer el programa en una conferencia de prensa virtual.
Serán presentadas películas provenientes de 59 países, de las cuales 21 competirán por el codiciado León de Oro, cuatro de ellas realizadas por directores latinoamericanos, todo un récord.
Célebres nombres del cine, entre ellos el español Almodóvar, la neozelandesa Jane Campion, el italiano Paolo Sorrentino y el chileno Pablo Larraín competirán en la sección oficial junto con los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat, el mexicano Michel Franco y el venezolano radicado en México Lorenzo Vigas.
El gigante de la industria audiovisual Netflix, que salió fortalecido con la pandemia, pisa fuerte en la carrera por el máximo galardón, después del obtenido con Roma, en 2018, del mexicano Alfonso Cuarón.
Al contrario del Festival Internacional de Cine de Cannes, Venecia acogerá las esperadas películas de dos importantes directores producidas por Netflix: “Ha sido la mano de Dios, del italiano Paolo Sorrentino, ganador del Óscar en 2013 por La gran belleza, y El poder del perro, de Jane Campion, Palma de Oro en Cannes por El piano, en 1993.