En homenaje al recién fallecido ar-tista Juan Manuel de la Rosa (1945-2021), Zacatecas dedicará un salón de su palacio de gobierno para exhibir de manera permanente el mural cerámico El camino del jade azul, realizado por el pintor en colaboración con la ceramista Karina Luna.
El próximo martes será develada la obra que transformará el lugar “en un recinto para la meditación, tal como lo planteó quien fuera, antes que nada, un humanista”, anunció la actriz Diana Bracho, compañera de vida del maestro, en entrevista con La Jornada.
La pieza, de 11 metros de ancho por tres de largo, será empotrada en la pared y enfrente se colocarán unas bancas que el propio artista diseñó, así como una instalación con esculturas de jade verde y blanco.
“Los artistas sobreviven gracias a su trabajo, cuando se van físicamente, no sólo sobreviven, sino crecen y perduran si ese trabajo es importante. Es el caso de Juan Manuel, aunque es una pena que algunos creadores se tengan que morir para que sean reconocidos”, agregó la actriz.
De la Rosa, continuó, “se entregó de una manera increíble a su arte, nunca dejó de pintar, incluso estando enfermo, nunca dejó de imaginar, de leer, de escuchar música y disfrutar la vida. Cuando podía se iba a jugar tenis, fue de una vitalidad excepcional.
“Fue él mismo”: Diana Bracho
“En todos los sentidos, fue muy zacatecano, reservado, duro, incluso podría parecer frío y distante, pero con un lado fantásticamente sensible, un artista completo, un ser muy libre. Toda su vida viajó, fue su gran pasión, pues desde que salió de su pueblo siendo niño se dio cuenta de que viajando podría aprender y crecer. Viajaba y viajaba, pero siempre regresaba a su pueblo, al que le tuvo un gran amor.”
Precisamente en su natal Sierra Hermosa, municipio de Villa de Cos, en el corazón del semidesierto norte de Zacatecas, el maestro fundó con recursos propios un museo y un club de lectura enfocado a los niños del lugar, “que comenzó con 200 libros que su amigo, el poeta y dramaturgo Alejandro Aura le donó. En la actualidad el club cuenta con más de 6 mil ejemplares.
“Juan Manuel diseñó las mesitas y sillas para los pequeños lecto-res; y sí, en Sierra Hermosa, los niños leen y hay ya varias generaciones de profesionistas que por primera vez se acercaron al conocimiento a través de ese club de lectura que fue el gran orgullo del artista y que va de la mano de un museo, de una cocina donde las mamás preparan desayunos para los pequeños y de un taller de costura.”
De la Rosa fue también uno de los fabricantes de papel más importantes de América Latina y el mundo. Diana Bracho recordó que en el libro The art of papermaking, “que es como la biblia donde están los grandes artistas que han hecho su propio papel para pintar sobre él, se incluye a Juan Manuel, y le dedican tres páginas.
“En Colombia, en el pueblito de Barichara, él fundó un taller de papel con viudas de la guerrilla y del narco, con mujeres deprimidas que se estaban muriendo de hambre con sus niños. Juan Manuel les enseñó a hacer papel y ahorita ese lugar es un taller importantísimo a donde personas de todo el mundo llegan para comprar sus productos (https://www.tallerdepapeldebarichara.com)
“Además, sin decirle a nadie, Juan Manuel le pagaba la escuela a muchos niños de Sierra Hermosa, para que se fueran a estudiar a la capital Zacatecas y para los que no podían viajar fundó la secundaria en línea. Fue una labor social más allá de su arte.
“Apoyaba a los migrantes porque él se sentía uno. Salió de su pueblo siendo muy niño, entonces el exilio y la migración fueron un tema incluso en su pintura. Pero no tuvo compromisos políticos con nadie, era antigrupos, muy individualista, lo cual no fue un defecto, sino una virtud. Fue él mismo, sin afiliarse a ningún partido, tuvo un sentimiento político y social.
“Más bien, fue un humanista, un hombre renacentista que acudía a todas las fuentes de aquella época también para su pintura. Del Renacimiento estudió las técnicas y se convirtió en uno de los especialistas más importantes en el tema de materiales pictóricos naturales. No sólo hacía papel, sino que conocía los pigmentos orgánicos. Jamás usó acrílico, decía: ‘¿plástico? ni en las tetas’”, recuerda Diana con una carcajada.
Corresponderá a los hijos del pintor la difusión, organización y cuidado del legado de De la Rosa, detalló la actriz. Por lo pronto, se prepara un libro que incluirá textos de Diana Bracho, “y es muy lindo que ahorita su estado natal lo esté reconociendo. Si bien él fue enemigo del formalismo, Juan Manuel diseñó una placa de cobre conmemorativa para celebrar los 475 años de la fundación de Zacatecas, la cual fue colocada este lunes en el piso de la plaza principal, un detalle muy hermoso para la tierra que tanto amó”, concluyó quien fuera la compañera de vida del maestro.