Ciudad de México. Padres de familia atendieron el llamado de la autoridad y llevaron a sus hijos al prescolar, primaria y secundaria, quienes se mostraron felices de regresar a la escuela, saludar a sus amigos o iniciar una nueva etapa en su vida.
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Desde las 7 horas empezaron a llegar los alumnos de la Escuela Secundaria Diurna 104 Ezequiel A. Chávez, ubicada en la calle Cananea, colonia Nicolás Bravo, en Venustiano Carranza, la mayoría acompañados por sus padres.
Los maestros les informaron que esta semana acudirán los alumnos cuyo apellido paterno inicie con las letras A a la G, y la próxima semana tocará a los de H a la Z, a fin de reducir a la mitad el número de alumnos por salón a la mitad.
VIDEO: Regreso a clases presenciales, entre la emoción y el temor.
Se trata, dijeron, de que haya un máximo de 21 para mantener la sana distancia y evitar contagios de Covid-19, y los días que estén en casa tendrán que realizar las tareas y ejercicios que se les envíen.
Dicha medida se aplicó también en la Secundaria República de Francia, ubicada en la colonia San Juan de Aragón, en Gustavo A. Madero, donde sus 702 alumnos se dividieron en dos grupos, y quienes se queden en casa atenderán sus tareas y ejercicios de manera virtual.
María Elena Ramos Martínez, directora del plantel, cuya demanda de inscripción fue de 2 mil y sólo se quedan poco menos de 10 por ciento, señaló que en el primer día del ciclo escolar 2021-2022 acudieron 252 alumnos.
“Hay temor de los padres a un contagio, pero hemos tomado todas las precauciones sanitarias para reducir al mínimo el riesgo, y tuvimos muy buena asistencia, aunque algunos papás solicitaron que las clases continúen siendo virtuales”, comentó.
Sin embargo, su petición no es posible cumplir, debido a que la circular 2308/2021 establece que sean presenciales, por lo que se mantiene un máximo de 20 bancas por salón, y los grupos se dividirán en los recesos para cumplir con las disposiciones de las autoridades, dijo.
Portar cubrebocas y caretas fue una constante también en estudiantes de primaria y prescolar, aunque algunos traían puestos hasta guantes de látex para “evitar que se contagien, pero ya es necesario que regresen a la escuela”, coincidieron padres de familia.
Temor y alegría
Además de los útiles, mochilas y uniformes nuevos, los pequeños llevaban en bolsas de plástico transparente uno o dos refrigerios, en el caso de las escuelas de tiempo completo, ante el cierre de la cooperativa; así como gel antibacterial, desinfectante y toallitas húmedas.
En la Escuela Primaria Narciso Mendoza únicamente ingresaron los niños que portaban en su gafete la palabra “Lunes”, pues “fueron divididos para evitar contagios”, explicaron Laura, Esther, Ramón, José y Estela, quienes manifestaron temor y angustia.
En contraparte, Laura Feria y su esposo expresaron su alegría porque “Diego va a pisar por primera vez su escuela, va a conocer a nuevos amigos y queríamos que fuera un día especial el inicio de su primer año de primaria acompañándolo a la entrada”.
María, Teresa y José, por su parte, encomendaron a todos los santos a sus hijos para que “no se contagien”; mientras, en la Primaria General Ramón Corona, en Iztapalapa, no faltaron las fotografías del recuerdo de los pequeños que empezaban su primer año.
La mayoría de los alumnos mostró felicidad y tras bajar de la moto o la bicicleta, o despedirse de sus familiares, quienes los acompañaron caminando, ingresaron a sus salones de clases después de año y medio sin pisar la escuela.
Con información de Nayelli Ramírez Bautista
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