Alcaldes electos de oposición y simpatizantes intentaron ingresar de manera violenta a las instalaciones del Congreso de la Ciudad de México en el Centro Histórico. Trataron incluso de pasar por encima de la valla de policías que resguardaban el recinto legislativo, lo que provocó una trifulca en la que la alcaldesa electa del Partido Acción Nacional (PAN) en Álvaro Obregón, Lía Limón, resultó con un golpe en la nariz.
Ayer, luego de realizar una conferencia de prensa en las inmediaciones del edificio, ubicado en la esquina de Donceles y Allende, el grupo de la Unión de Alcaldes (UNA) de la Ciudad de México se dirigió al inmueble donde intentaron cruzar un cerco de policías que fue solicitado por la presidenta de la mesa directiva, la también panista Patricia Báez Guerrero.
En videos que circularon en redes sociales se aprecia cómo la alcaldesa electa de Cuauhtémoc, la monrealista Sandra Cuevas, fue ayudada para pasar literalmente por encima de los policías.
“Cachen a (Mauricio) Tabe”, gritó Cuevas cuando el alcalde electo de Miguel Hidalgo también intentó cruzar por sobre los elementos policiacos.
Asimismo, se aprecia a la alcaldesa electa de Álvaro Obregón, Lía Limón, empujar a los uniformados con el propósito de abrirse paso apoyada por sus simpatizantes, quienes también los agredieron, y tras la trifulca se le vio un golpe en el rostro.
También estuvieron presentes el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, y las diputadas electas de oposición Tania Larios (PRI) y Ana Villagrán (PAN), quienes iban acompañadas de decenas de simpatizantes que participaron en la gresca.
Algunos vestían suéteres y cubrebocas color amarillo y azul, característicos del perredismo y del panismo; incluso portaron carteles con el logo de la UNA.
Los alcaldes electos, que todavía no entran en funciones, acudieron a la sede del Poder Legislativo a solicitar que no aprobaran una ley que homologa la imagen de la policía de la Ciudad de México, al tiempo que los coordinadores de las bancadas de sus partidos tenían una reunión con el secretario de Gobierno, Martí Batres.
Una vez que se inició la sesión extraordinaria, la diputada del Partido del Trabajo Circe Camacho acusó que al ingresar al recinto fue agredida por simpatizantes de los alcaldes electos, pese a su condición de embarazo, por lo que los responsabilizó de cualquier problema de salud que pudiera padecer.
Los legisladores de todas las bancadas condenaron las acciones de violencia que se vivieron afuera del Congreso.
El vicecoordinador de la bancada de Morena, José Luis Rodríguez, dijo estar en contra de las irrupciones violentas y de convocatorias que pretenden frenar la labor parlamentaria.
“Estamos absolutamente en contra de esa posibilidad, ¿qué les hace pensar que el Congreso va a ser rehén de sus actividades o de sus aspiraciones?
“No se equivoquen, este es un órgano de gobierno; este recinto es el mayor símbolo de pluralidad que existe en una ciudad y, por supuesto, el diálogo es la base”.