En México existe una elevada dependencia de los ingresos de los municipios que están relacionados con las transferencias federales, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Y, aunque existe un fondo público multimillonario que los gobiernos locales podrían emplear para modernizar sus sistemas de recaudación y disminuir su dependencia financiera, no lo hacen.
Según los resultados de 49 auditorías realizadas por la ASF como parte de la revisión de la Cuenta Pública 2020, de los 86 mil 970.52 millones de pesos que en 2020 tuvo el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (Fortamun-DF), sólo 0.2 por ciento fue empleado para modernizar los sistemas de recaudación.
El Fortamun-DF fue creado en 1998 y, según la ley, los municipios y alcaldías pueden usar los recursos de este fondo para diversos temas, pero deben dar prioridad al cumplimiento de sus obligaciones financieras.
En 2020, los recursos del Fortamun-DF se distribuyeron entre los 2 mil 450 gobiernos municipales que dispusieron de la clave geoestadística que asigna el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con base en la delimitación territorial y la población, así como entre las 16 alcaldías de la Ciudad de México.
Los gobiernos locales destinaron la mayor tajada de este fondo (39 por ciento) a seguridad pública, 23.3 por ciento a servicios como la recolección de basura o el mantenimiento de vehículos y oficinas, 11.8 por ciento al pago de deudas, 7.4 por ciento a infraestructura, 7.2 por ciento a derechos por concepto de agua, 4.9 por ciento a adquisiciones y 4.4 por ciento a obra pública.
Y mientras no se ejerció el 1.3 por ciento del fondo, únicamente 0.2 por ciento se usó en fortalecer los débiles sistemas recaudatorios municipales.
Para la ASF, la baja recaudación municipal se explica por el insuficiente aprovechamiento de sus fuentes propias de recursos, sobre todo el impuesto predial, las condiciones de pobreza de los habitantes de muchas localidades que limitan las posibilidades de incrementar su captación de ingresos propios, además del costo político que significa el cobro de impuestos.
La ASF recomienda impulsar entre los municipios el uso de los recursos del Fortamun-DF en la modernización de los sistemas de recaudación locales, concepto previsto por su normativa y al cual “se le destina una proporción sumamente reducida del fondo. Ello permitiría incrementar la recaudación de recursos propios y fortalecer las finanzas de ese orden de gobierno”.
Es necesario destinar recursos del fondo para apoyar en general el fortalecimiento de las capacidades institucionales de los municipios: técnicas y administrativas, entre otras. Esto, asegura la ASF, “ayudará a su vez a la mejora integral de la gestión municipal”.
Sobre los reintegros a la federación de recursos no ejercidos de este fondo, la ASF apunta que es un síntoma de las “debilidades en la capacidad de gestión de los municipios y alcaldías”.