Nueva Orleans., El potente huracán Ida, categoría 4 con vientos hasta de 240 km/h, tocó tierra ayer en Luisiana, exactamente 16 años después de que Katrina devastó Nueva Orleans en esa región del sur de Estados Unidos.
“El peligroso huracán Ida toca tierra cerca de Port Fourchon, Luisiana”, reportó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), que por la noche reportó que la categoría había bajado a 3.
El fenómeno azotó ese puerto, ubicado unos 160 kilómetros al sur de Nueva Orleans, a las 16:55 (hora local), indicó el NHC. Los vientos se extendieron 80 kilómetros desde el ojo de Ida, lo que obligó a Nueva Orleans a suspender los servicios médicos de emergencia mientras la tormenta avanzaba hacia el noroeste a 21 kilómetros por hora.
El presidente Joe Biden consideró que Ida es una tormenta que amenaza vidas y que devasta todo aquello con lo que hace contacto. Tras una reunión con encargados federales de gestión de emergencias, llamó a cualquier persona que se encuentre en el camino del huracán a buscar refugio inmediatamente y seguir las recomendaciones oficiales.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, afirmó que Ida podría ser el peor impacto de un huracán para el estado desde 1850.
Sólo tres días después de emerger como una tormenta tropical en el mar Caribe, Ida se convirtió en huracán categoría 4 en la escala de cinco Saffir-Simpson, informó el CNH.
Lluvias y vientos fuertes se sentían desde la mañana en las desiertas calles de Nueva Orleans, en una ciudad llena de ventanas tapiadas y casas rodeadas de bolsas de arena a la espera de este huracán que ha sido considerado “en extremo peligroso”.
El NHC advirtió de daños catastróficos por los vientos y de inundaciones peligrosas en la región.
“No hay duda de que los próximos días y semanas serán muy difíciles”, comentó el gobernador Edwards, al añadir que algunas personas deberán permanecer en refugios hasta 72 horas.
“Encuentre el lugar más seguro de su casa y quédese ahí hasta que la tempestad haya pasado”, tuiteó más temprano.
La localidad de Grand Isle, en una isla barrera ubicada al sur de Nueva Orleans, ya estaba inundada por el aumento del nivel de las aguas, reportó CNN.
En medio de advertencias urgentes sobre posibles daños catastróficos, la mayoría de los residentes siguieron las recomendaciones de las autoridades de abandonar la zona. Y un récord de personas saturaron las carreteras de salida de Nueva Orleans en los días previos a la llegada de Ida.
Se esperan prolongados cortes eléctricos en la zona, con más de 365 mil personas que ya estaban sin electricidad en la tarde de ayer, según el sitio poweroutage.us.
En un vecindario de la zona este de Nueva Orleans, a primera hora de ayer algunos residentes realizaron ajustes de último minuto para prepararse.
“No estoy seguro de estar listo”, admitió Charles Fields, quien en ese momento aún llevaba al interior de su casa sus muebles de jardín, “pero tendremos que enfrentarlo”.
El huracán Katrina inundó la casa de este hombre de 60 años. El agua subió 3.3 metros en 2005. “Veamos qué pasa esta vez”, dijo.
Cientos de millas de nuevos diques se construyeron alrededor de Nueva Orleans tras la devastación de Katrina, que tocó tierra el 29 de agosto de 2005 –hace 16 años–, inundando vecindarios históricamente habitados por negros y provocando la muerte de más de mil 800 personas.
El gobernador Edwards advirtió que Ida será “importante prueba” para el sistema de prevención de inundaciones del estado que fue expandido tras el devastador paso de Katrina.
Explicó a CNN que se estima que cientos de miles de residentes ya salieron de la zona de riesgo.
La tormenta “trae varias dificultades retadoras para nosotros, con los hospitales llenos de pacientes de Covid-19”, agregó.
El estado sureño, con una baja tasa de vacunación, ha estado entre los más golpeados por la pandemia del coronavirus. Con 2 mil 700 hospitalizaciones contabilizadas al sábado, sus niveles están cerca de los más altos de la pandemia.
El hospital Lady of the Sea, en la municipalidad de Lafourche, cerca del punto en que Ida tocó tierra, reportó daños extensos en el techo. “Todos los pacientes y personal están bien en este momento; aunque nuestro hospital sufrió daños importantes”, indicó la directora general del nosocomio, Karen Collins, en un mensaje publicado en Facebook. El hospital no tenía servicio telefónico.
“Una vez que sea seguro, serán desalojados los pacientes”, sostuvo Aly Neel, portavoz del departamento estatal de Salud. Al cierre de esta edición se desconoce el número exacto de pacientes involucrados.
Lluvias de entre 25 y 46 centímetros son esperadas en el sur de Luisiana hasta hoy, e incluso de un poco más en algunas zonas.
La Casa Blanca dio a conocer que agencias federales desplegaron más de 2 mil trabajadores en la región, incluidos 13 equipos urbanos de búsqueda y rescate, junto a suministros de comida y agua, así como generadores eléctricos.
Autoridades locales, la Cruz Roja y otras organizaciones prepararon docenas de refugios para 16 mil personas, añadió la Casa Blanca.
Los planes para hacer frente al huracán y activar los refugios se han visto complicados por el Covid-19.
Biden, quien declaró el estado de emergencia en Luisiana, apremió el sábado a que cualquier persona que esté en los refugios porte cubrebocas y mantenga la distancia de seguridad.
Ida había tocado tierra el viernes por la noche en el oeste de Cuba con categoría 1, dejando daños materiales y cortes de energía, informó el diario Granma. El presidente Miguel Díaz-Canel realizó una visita a la Isla de la Juventud, donde golpeó el huracán, y dialogó con pobladores de las comunidades más perjudicadas por la falta de electricidad.
Los científicos han advertido sobre un aumento en la cantidad de ciclones fuertes a medida que la superficie del océano se calienta debido al cambio climático, lo que representa una amenaza cada vez mayor para las comunidades costeras del mundo.