Ciudad de México. Siguiendo con el impulso del viernes, tras las palabras de alivio del presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, el dólar en México cotizó a la baja en el inicio de la semana.
En la penúltima sesión de agosto, la divisa mexicana registró una apreciación de 0.24 por ciento frente a su similar estadounidense, equivalente a 4.9 centavos, para cerrar en los 20.1270 pesos por dólar spot.
De acuerdo con datos del mercado interbancario de tipo de cambio del Banco de México, la paridad peso-dólar registró un mínimo de 20.1130 unidades y un máximo de 20.1870 unidades.
Los mercados financieros tienen una mayor certidumbre, luego de que Jerome Powell, presidente de la Fed, señaló el pasado viernes que la reducción en la compra de activos podría iniciar este año, no hay prisa por elevar las tasas de interés, que se ubican entre 0 y 0.25 por ciento. El dólar perdió gran parte del apoyo de los inversionistas.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se contagió del buen ánimo de los mercados globales y subió 0.34 por ciento, y se anotó su quinto máximo del año, para cerrar en los 52 mil 602.07 puntos.
El Índice de Precios y Cotizaciones de la BMV volvió a tocar, por segunda sesión consecutiva, una marca sin precedente. Los cinco históricos que ha marcado hasta hoy, después de casi cuatro años de no alcanzar nuevos niveles récord, se han registrado en agosto.
Por su parte, el S&P 500 y el Nasdaq marcaron nuevos récords este lunes, replicando la hazaña del viernes, ya que el mercado continuó subiendo en los últimos días de agosto, después de las palabras del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El S&P 500 aumentó 0.43 por ciento, hasta los 4 mil 528.7 puntos, estableciendo un nuevo récord; mientras que el Nasdaq avanzó 0.90 por ciento, hasta las 15 mil 265.89 unidades, para alcanzar su propio máximo histórico. El Dow Jones operó plano, pero al final, cedió 0.16 por ciento.
La tormenta tropical Ida azotó Nueva Orleans, Estados Unidos, y la costa de Luisiana durante la noche con lluvias torrenciales y fuertes vientos, dejando a gran parte de la región sin electricidad y a la espera de inundaciones.
Los futuros de gasolina en Estados Unidos se dispararon el lunes cuando la tormenta interrumpió las refinerías y otras instalaciones de procesamiento de petróleo.