Además de incrementar los precios de cuadernos, lápices, plumas, bicolores y demás útiles escolares básicos, comerciantes callejeros que se instalan en la populosa calle Mesones aplicaron aumentos a los aditamentos sanitarios, como caretas, cubrebocas y gel, hasta 500 por ciento.
Padres de familia se quejaron por los aumentos de entre cinco y 10 pesos en todos los productos para el regreso a clases, a pesar de que en esta parte del centro de la ciudad encuentran precios más accesibles.
Aunque el gel no era visible en los puestos callejeros, comerciantes ofrecían conseguir envases “pequeñitos a 10 pesos”, mientras algunos padres comentaban que los precios de los cubrebocas iban de tres a 10 pesos y señalaban que tenían que hacerse de suficientes, pues en la lista se pide llevar uno de repuesto.
El paquete del cubrebocas tricapa, que trae 20, se podía encontrar en 20 pesos, es decir, a peso cada pieza. Una mamá comentó que mejor iría a las tiendas importadoras que se ubican “en Izazaga 38 y 89, donde las caretas con lentes se pueden conseguir hasta en dos pesos, pero por mayoreo”.
A unas horas del regreso a clases presenciales, cientos de padres de familia abarrotaron la céntrica calle, donde sin ningún cuidado sanitario todo mundo tocaba los productos y un interminable intercambio de mercancías y dinero tenía lugar en plena tercera ola de la epidemia de Covid-19.
“Sí, encontramos todo lo básico como cuadernos, lápices, plumas y bicolores, pero todo está más caro, entre cinco y 10 pesos más caro, pero con las caretas “se mancharon”. Hace apenas unos días estaban en 30 pesos y ahorita las están dando en 150 pesos”, comentaron padres de familia.
“Las calcetas blancas apenas la semana pasada estaban en 10 pesos el par y ahorita están en 25 pesos”, señaló una madre de familia”.
Aunque ahorita todavía les van a dar los libros de texto en forma física, en la lista “ya nos están pidiendo tabletas electrónicas, porque nos dicen en la escuela que en enero todo se va a regularizar, las clases van a ser presenciales en general y todo va a ser digital”, añadió otra mamá que buscaba mejores precios. “Pero es inútil porque en la mayor parte de los puestos los productos cuestan lo mismo.”
Aquí ya no existe el regateo, “lo tomas o lo dejas amigo”, advierte en tono prepotente una vendedora de mochilas de un material que se ve muy frágil y de muy mala calidad que ofrece en 100 pesos.
Otra madre de familia de dos niños de primaria señaló que optará por mercancía china, “aquí adelantito, en Izazaga, hay un edificio de varios pisos donde venden mercancía escolar”.
En algunos puestos callejeros se indicaba mediante carteles que se aceptaba “la tarjeta de útiles escolares CDMX”.