San Cristóbal de Las Casas, Chis., Alrededor de 700 migrantes, la mayoría haitianos, formaron este sábado una caravana que partió de Tapachula con la intención de llegar a la frontera de México con Estados Unidos, cansados de que las autoridades migratorias no hayan resuelto su situación legal después de varios meses de haber realizado los trámites. “Prácticamente nos tienen secuestrados en Tapachula”, afirmó uno que no proporcionó su nombre.
El grupo de haitianos, a los que se unieron centroamericanos, cubanos y venezolanos, salió ayer a las 8 horas del parque central de Tapachula, enfiló hacia el poniente y tomó la autopista que comunica a México con Guatemala.
Los hechos suceden cinco días después de las movilizaciones y protestas en la ciudad fronteriza, donde llegará este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al pasar por el municipio de Huehuetán, los agentes del Instituto Nacional de Migración cerraron la caseta de revisión ubicada en ese lugar y se retiraron, por lo que los migrantes cruzaron, unos corriendo y gritando de alegría, sin problema alguno. “Sí se puede”, corearon algunos.
No obstante, entre Huehuetán y Tuzantán, elementos de la Guardia Nacional se interpusieron en su camino y algunos de los extranjeros lanzaron golpes, otros intentaron abrirse paso con palos y otros más cruzaron por el monte o por el río.
“Somos migrantes, no delincuentes”, vociferó un hombre con un menor en brazos al tiempo que arengaba a sus compañeros de la caravana gritando “¡vámonos!”.
El presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, Wilner Metelus, pidió al gobierno mexicano que “no utilice la fuerza pública en contra de los migrantes y que respete sus derechos”.
Integrantes del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova les dieron agua a muchos de los indocumentados, quienes hicieron varias paradas para descansar, ya que entre sus filas viajan varios menores de edad.