Como antes de la emergencia sanitaria, el fin de semana que precede al comienzo del ciclo escolar comerciantes y familias atestaron la calle Mesones, en el Centro Histórico, con la finalidad de comprar al mayoreo o surtir la lista de útiles, mientras papelerías establecidas y tiendas minoristas tuvieron una menor afluencia, pero con estrictas medidas de sanidad recibían a quienes, lista de papel en mano o en sus teléfonos, preguntaban por los artículos o recorrían pasillos para comparar precios y calidad.
Alberto Escobar, acompañado por su esposa y su pequeña hija en carriola, dijo estar “emocionado y nervioso” porque la menor iniciará su vida escolar en el kínder y ante la persistencia de la pandemia, aun cuando ya verificó las medidas que se aplicarán en la escuela de la niña para prevenir contagios.
Con 25 artículos entre “cuadernos, botes de pintura, crayolas, libretas, dos cuentos infantiles” y un presupuesto que estimó de mil 500 a 2 mil pesos, dudaban en entrar a una papelería con servicio de mostrador o una con acceso a estanterías para escoger productos.
Pasado el mediodía Mesones era prácticamente intransitable ante las personas que invadieron el arroyo vehicular para recorrer los puestos en la vía pública que ofrecían cuadernos “a 35 pesos de mayoreo, a partir de tres, o el económico de 13”, juegos de geometría flexibles entre 65 y 70 o botes de pegamento blanco, mientras algunos vendedores gritaban la oferta: “¡llévese el Pritt jumbo a 10!”, así como lápices de colores, crayolas, plumas, gomas, sacapuntas y hasta mochilas de 100 pesos.
Locales establecidos estuvieron vacíos
En los estrechos pasillos de las plazas comerciales de nada servían las marcas en el piso para mantener la distancia ante el vaivén de quienes esperaban en fila su turno, como Maribel García, que llegó desde San Juan Teotihuacan a surtir su papelería, pues aunque en Texcoco hay bodegas los precios de Mesones son más bajos “y sí me conviene”.
Esteban González, de Gustavo A. Madero, comentó que cada año compra útiles en Plaza Mesones porque son más baratos, menos el año pasado porque sus dos hijos, ambos en primaria, usaron para las clases a distancia los que ya tenían y conforme necesitaban algo iban a la papelería de su zona, “aquí ya encontré casi todo, menos los cuadernos pautados”.
La papelería Lumen de República de El Salvador, una de las más antiguas del Centro, sin aglomeraciones y acceso con filtro para medir la temperatura y suministro de gel, exhibía también promociones.
Fernando Carrancá, gerente del local, observaba la llegada continua de clientes con la esperanza de recuperarse un poco después de uno de los peores años que ha tenido la tienda por la pandemia.
Recordó que al empezar la reapertura de negocios abrían un día sí y otro no, pero a veces ni un solo cliente llegaba.
En Donceles, la tienda Office Depot lucía casi desierta, pero ofrecía surtir la lista de útiles escolares vía telefónica con un porcentaje de descuento: “ordena y recoge en tienda”; también alusivo al regreso a clases, zapaterías de la zona como León, Flexi y Vazza se promocionaban con descuentos de entre 10 y hasta 60 por ciento, sin faltar los anuncios que combinan palabras en inglés “Back to School, el mejor regreso”.