Después de 18 mesas de negociación con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), suspendidas en diciembre de 2020, en Chiapas “no se han cumplido los acuerdos alcanzados con el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque una cosa se dice en Palacio Nacional y otra muy distinta aplica el gobernador Rutilio Escandón, quien sólo ha dado largas al conflicto magisterial en el estado”, afirmaron dirigentes de la sección 7 de Chiapas.
Alrededor de 300 profesores de la sección 7, a los que se unieron normalistas, trabajadores de salud y familiares de presos, entre otros, se apostaron ayer frente a la séptima Región Militar, con sede en Tuxtla Gutiérrez, para tratar de hablar con el Presidente y lo mantuvieron retenido en su camioneta durante dos horas ante su negativa de atenderlos.
Más tarde, Javier Saavedra Carrasco, secretario de Organización y representante ante la CNTE, aseguró que durante la gira le harán saber que “nuestra decisión es que nos atienda y dialogue con nosotros”.
Expresó que los maestros acudirán a los actos presidenciales programados hasta el domingo en San Cristóbal de las Casas, Comitán y Tapachula.
Fuentes de la sección 7 dijeron que su secretario general, Pedro Gómez Bahamaca, no participó en la protesta debido a que se está recuperando de Covid-19, del cual se contagió en días pasados.
Saavedra Carrasco comentó que una comisión “se acercó al Presidente a través de los contactos de logística que trae para que hiciéramos el planteamiento de viva voz, pero él bajó el cristal para decirnos que así no se negocia y que todo contacto que hagamos tendrá que ser con” la secretaria de Educación, Delfina Gómez.
“Ya nos hemos entrevistado con ella y dice que hará sus buenos oficios para que el Presidente nos reciba. No hay una decisión de que nos va a recibir. Luego dijo (López Obrador) que así no va a negociar con nosotros; le dijimos que nos recibiera y se comprometiera con una fecha concreta, pero no lo hizo. Subió el cristal y ahí se quedó”, relató.
Finalmente, la CNTE señaló: había alrededor de una decena de grupos con demandas diversas, pero no impidieron el paso de la camioneta. Algunas personas gritaron “es un honor estar con Obrador”.