Tuxtla Gutiérrez, Chis., Mientras la camioneta del presidente Andrés Manuel López Obrador era rodeada por integrantes de la sección 7 y 40 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes ayer le impidieron el paso a su conferencia de prensa diaria que fue organizada en esta ocasión en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el único funcionario federal que se mantuvo cercano al mandatario fue el delegado de programas de Bienestar, José Antonio Aguilar Castillejos, así como algunos miembros de la Ayudantía.
Aguilar explicó que se encontraba en el sitio para recabar las peticiones de la ciudadanía, como lo hace cada delegación de Bienestar cuando el jefe del Ejecutivo visita alguna entidad, pero no existió una coordinación de la que él fuera informado para asistir al Presidente de ser necesario ante el bloqueo, el cual lo obligó a que se mantuviera dentro de su vehículo por más de dos horas.
Insistió que la presencia del personal de Bienestar es para una función social, razón por la cual se encontraban también varios de sus integrantes.
No obstante, consideró que tampoco hubo acciones de los manifestantes que pusieran en riesgo al mandatario. Nunca golpearon la camioneta ni hubo empujones, aseguró.
“Que yo percibiera que hubiera alguna agresión, no, no hubo. Yo estaba a su lado y no percibí nada”, añadió, pero después que López Obrador ingresó al cuartel militar, igualmente no hubo alguna instrucción para verificar los hechos y constatar que no hubiera registro de incidentes de peligro.
Aguilar destacó que el titular del Ejecutivo federal se ha caracterizado por ser pacífico y ha hecho patente su postura de no recurrir a la represión.
El funcionario estuvo presente de igual forma en San Cristóbal de las Casas, donde el mandatario encabezó dos actos. Ahí también hubo presencia de decenas de manifestantes con demandas diversas, aunque no obstaculizaron el avance de la camioneta en la que se transportaba el Presidente.