Roma. El papa Francisco sustituyó este sábado al obispo australiano que dimitió en medio de una pesquisa del Vaticano a lo que la prensa australiana ha descrito como acusaciones de conducta sexual inapropiada.
El Vaticano señaló que Francisco aceptó la renuncia del obispo Christoher Alan Saunders al frente de la diócesis de Broome, en el oeste de Australia. Francisco dispuso que otro prelado, el obispo Michael Henry Morrissey, de la diócesis de Geraldton, administre temporalmente la enorme diócesis católica de Broome.
El Vaticano, de acuerdo a su costumbre de anunciar las renuncias de los obispos, no mencionó el motivo de la sustitución de Saunders. A sus 71 años, Saunders tiene cuatro años menos de la edad requerida por el Vaticano para que los obispos presenten sus renuncias al pontífice.
Saunders, citado por la prensa australiana, rechazó tajantemente estar involucrado en irregularidades y ofreció dimitir voluntariamente. La Australian Broadcasting publicó a principios de año que la policía y los fiscales habían decidido no presentar cargos penales.
Los parroquianos en la diócesis fueron informados en mayo sobre la investigación vaticana en curso, según medios australianos.
De momento no hay detalles disponibles respecto al caso. Según reportes, Saunders se ha tomado un año sabático.
Después de décadas de escándalos de abusos sexuales en muchas naciones, el papa Francisco se ha comprometido a expulsar a los clérigos depredadores.
Tras los casos de obispos que encubrieron sistemáticamente a esos sacerdotes, Francisco intenta reconstruir la confianza erosionada entre muchos fieles con su compromiso de hacer rendir cuentas a la jerarquía católica.