Tras 17 meses desempleados por la pandemia de Covid-19 y de peregrinar en las calles ante varias instancias por la pérdida de su fuente de ingresos, finalmente algunos adultos mayores pudieron reincorporarse a su empleo de empacadores en tiendas de la cadena Walmart.
Para Efraín Huerta, al menos ayer fue un día especial, porque por fin regresó a su trabajo voluntario en una sucursal de la colonia Narvarte, donde los clientes incluso les felicitaron por su regreso. De 71 años de edad, el hombre expresó sentirse “contento y con ánimos” para ayudar a los clientes a empacar su mercancía.
Un caso similar es el de la señora Carmen Contreras, de 69 años de edad y quien comentó que volver a las cajas de los supermercados, les significa la posibilidad de sortear sus gastos, comprar alimentos “y comenzar a salir de las deudas”, con las propinas que reciben.
Sin embargo, para otros voluntarios persiste la incertidumbre de cuándo podrán volver a sus puestos de trabajo, ya que Walmart sólo permitió la reincorporación del 30 por ciento de la plantilla con que contaba cada sucursal de la capital del país.
En un recorrido realizado por La Jornada, se pudo constatar que en diversas sucursales de la ciudad de México, el número de adultos mayores empacadores se redujo en sus tiendas. En la filial Walmart Express Narvarte, sólo se autorizó que regresaran a trabajar ocho personas en dos turnos, cuando antes de la pandemia eran 30.
En otra tienda de mayor extensión, en la alcaldía Benito Juárez, de nueve cajas que estaban dando servicio (de más de 20 instaladas), sólo en seis había empacadores que acomodaban en un carrito los artículos de los clientes; incluso se pudo observar que se instalaron 12 cajas automatizadas, lo cual reduce aún más el número de puestos.
“Tenemos que comprender que las cosas cambiaron por la pandemia”, comentó Carmen, aunque pidió al Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) “gestione y plantee más oportunidades” para que se incorporen a alguna labor productiva en otro tipo de tiendas.
Mientras laboran, los adultos mayores portan careta o gafas, cubrebocas y cuentan con un sanitizante para desinfectar de manera continúa la área de caja. Efraín comentó que si un cliente solicita no tocar sus productos, ellos acceden “y nos hacemos a un lado”. En contraste, hubo clientes que incluso proporcionaban sus bolsas verdes a los empacadores para apoyar a acomodar su despensa.
Lili Boone, vecina de la colonia Narvarte Poniente, expresó “me da mucho gusto que ya estén de regreso”. Y comentó que era “absurdo” lo dicho por Walmart de que “no queremos que toquen los artículos, porque ocurre lo mismo con los repartidores las aplicaciones y su servicio de súperentrega, que surten la despensa a domicilio.
Los adultos mayores salieron a las calles desde principios de este año para expresar su inconformidad por la pérdida de su empleo. Las movilizaciones cesaron una vez que la cadena de supermercados más grande del país retomó el diálogo con el Inapam, para firmar un nuevo convenio -que se concretó el 15 de julio- que condicionó su regreso en los estados donde el semáforo epidemiológico esté en verde y si cumplían con el esquema de vacunación completo contra el Covid-19.
No obstante, en lo que va de la pandemia sólo dos semanas duró el semáforo verde en la Ciudad de México.
Esta situación había impedido que regresaran a laborar -que era su principal exigencia- y sumaran ya 17 meses desempleados, tiempo en el que tuvieron que sobrevivir a costa de sus familias o boteando en los cruces viales de la ciudad, donde incluso ahora han sido objeto de “discriminación y agresiones”.