Olga Sánchez Cordero, la primera mujer que se hizo cargo de la política interna del país, deja atrás una gestión de contrastes, que le valió fuertes críticas de la oposición y los medios de comunicación.
“Me dicen florero por ser mujer”, pero “estoy trabajando todos los días. Tengo mano suave, pero firme”, tuvo que declarar en febrero pasado ante los juicios desaprobatorios por presuntamente “no operar” para resolver los constantes conflictos sociales y políticos que existen en el país.
En lo que constituye el cambio número 11 en el gabinete presidencial en lo que va del sexenio, la secretaria en retiro salió de Gobernación con dichas críticas a cuestas, pero también con un registro de personas desaparecidas más confiable, la emisión de múltiples alertas por violencia contra las mujeres por razón de género que buscan reducir la incidencia de esa práctica y nuevas investigaciones en el caso Ayotzinapa.
La ahora ex funcionaria tuvo que encabezar una dependencia empequeñecida no sólo por el retiro de las tareas de seguridad y protección civil que tuvo en el pasado, sino también por la cancelación (por los ajustes presupuestales) de la Subsecretaría de Gobierno, el área llamada por excelencia a resolver los diversos problemas sociales y políticos.
En su gestión, Sánchez Cordero mantuvo el diálogo con los mandatarios estatales, pero vivió la salida de 10 miembros de la Conferencia Nacional de Gobernadores para crear la llamada Alianza Federalista.
La ahora senadora también tuvo declaraciones controvertidas. Entre ellas se encuentra la que hizo en una gira por Baja California, donde consideró legal la ampliación del mandato que buscaba el gobernador Jaime Bonilla.
Más recientemente calificó ante los diputados de Morena de “cuestionable la actitud” de los dirigentes de PAN, PRI y PRD que “acudieron a instancias extranjeras a hablar de organizaciones criminales y de la política del país”.
En la relatoría de la plenaria de los morenistas, la cual ha sido privada, se resalta cómo Sánchez Cordero dijo que la petición de Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano a Luis Almagro, el lunes en Washington, fue “cuestionable porque sólo basta recordarles cuando fueron gobierno cómo dejaron a México, cómo avanzaron las organizaciones criminales y cómo se infiltraron en las esferas más altas del poder”.
Antes del cambio en Gobernación, se han registrado remociones y renuncias en las secretarías de Medio Ambiente, Hacienda, Comunicaciones, del Bienestar, Economía, Seguridad, Educación y Función Pública, en algunas de ellas hasta en dos ocasiones, como ha sido Hacienda y Medio Ambiente.