Lima. En un ambiente de polarización, los miembros del Congreso peruano, dominado por la oposición, suspendieron anoche el debate para otorgar o negar un voto de confianza al premier Guido Bellido, tras maratónica sesión que estuvo marcada por los enfrentamientos.
El debate, que se reanudará este viernes a las nueve de la mañana, representa la primera prueba para el gobierno del presidente Pedro Castillo, quien asumió el cargo hace un mes, tras un quinquenio de enfrentamientos entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Para que el gabinete sea investido se necesita una mayoría simple a favor (la mitad más uno) de los congresistas presentes. La sesión contó con 124 de un total de 130; el oficialismo tiene 57 escaños.
Previo a la sesión, Castillo se opuso a la exigencia de hacer cambios en su gabinete, que de ser rechazado por el Congreso, lo obligará a presentar una nueva propuesta. Si el Congreso deniega la confianza a los nuevos ministros, el mandatario podría disolver el Legislativo, posibilidad que se antoja lejana.
Bellido comenzó su exposición, saludando en quechua y aimara, también idiomas oficiales, pero a los dos minutos fue abucheado por opositores que reclamaban no comprender lo que decía. La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, interrumpió a Bellido y le pidió: “traduzca inmediatamente” al español porque “toda la representación nacional”, ella incluida, no entendían.
Oriundo de la región andina de Cusco, capital del antiguo imperio inca, el premier sólo hizo el saludo en esas dos lenguas que hablan unos 5 millones de los 33 millones de peruanos, sobre todo en los Andes y en zonas populares de la capital limeña. Después, continuó su exposición en español.
En una intervención que se extendió por casi tres horas, mucho más de los 60 minutos programados, Bellido presentó su proyecto para sacar a Perú de una de sus más “graves crisis” y anunció que solicitará amplios poderes para legislar en materia tributaria, reforma de pensiones y salud pública, en momentos en que el país es duramente golpeado por la pandemia de Covid-19.
La designación de Bellido al frente del gabinete fue cuestionada por la oposición, por su supuesta simpatía con el grupo armado Sendero Luminoso y su implicación en lavado de activos.
Los opositores también rechazaron la designación de Héctor Béjar como canciller. Declaraciones filtradas el pasado día 15 sobre la vinculación entre la Marina y el terrorismo en Perú, formuladas por Béjar antes de su nombramiento, lo obigaron a renunciar. Fue relevado por Óscar Maúrtua, quien ocupó el cargo en 2006.
Partidarios del gobierno y de la oposición se enfrentaron en las afueras del recinto, donde se instaló un fuerte dispositivo de seguridad. No se reportaron heridos o detenidos.