Ciudad de México. Ante el daño derivado del huracán Grace, “se actuó con oportunidad y no hay límite presupuestal” con el propósito de responder a los requerimientos de la población, afirmó en Xalapa, Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la región donde se abatieron intensas lluvias y rachas de viento de 209 kilómetros por hora, ordenó que los apoyos sean entregados sólo por el Ejército y la Marina. Nadie más podrá hacerlo.
En la instalación de la región militar 26, con sede en la capital, se organizó la conferencia matutina. Antes de las siete de la mañana, el mandatario apareció, mantuvo el equilibrio después de un ligero resbalón y luego dio cuenta del censo que se levantará entre la población afectada.
La respuesta gubernamental a la emergencia fue el tema sustantivo. Hizo énfasis en la nueva forma de enfrentar esas dificultades. También destacó las acciones de las fuerzas armadas, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Protección Civil federal, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y el gobierno estatal. Sobre todo, resaltó la labor de los electricistas, quienes restablecerán el servicio eléctrico entre miércoles y jueves.
El Presidente pretendía volar ayer en helicóptero sobre la zona afectada. Una recomendación del Ejército le hizo desistir, por persistir el mal tiempo.
A la historia de décadas de corrupción y robo de ayudas que debieron llegar a la población, López Obrador sumó un capítulo referente al tráfico de beneficios a empresas privadas.
Dio a conocer que la compañía Mabe pidió que le condonaran los impuestos que adeuda a cambio de entregar una dotación mayor de enseres domésticos de los que el gobierno federal había acordado comprar para los damnificados en Tabasco. “¿Qué hicimos? No nos des descuento, no nos ayudes, pero no te vamos a condonar los impuestos”.
El gobierno mantendrá el apoyo, pero ya “no se va a entregar a intermediarios, a dirigentes de organizaciones sociales o de la llamada sociedad civil. Va a ser casa por casa, todo lo que se necesite”. Pidió a los afectados del municipio de Gutiérrez Zamora que “no tomen las carreteras, que nos tengan confianza, que somos gentes de palabra”.
En su turno, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, expuso que hay 62 municipios afectados, sobre todo los ubicados en Totonacapan y la Huasteca baja. Precisó que suman siete decesos. La directora de Protección Civil, Laura Velázquez, señaló que 24 localidades se encuentran en emergencia y se les atiende con urgencia.
El director de la CFE, Manuel Bartlett, confirmó que las afectaciones a la red eléctrica quedarán subsanadas a más tardar este jueves. También, apuntó, resultaron perjudicados 868 mil 996 usuarios de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, y San Luis Potosí.
Tanto el secretario de Marina, José Rafael Ojeda, como el de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, rindieron cuenta de la movilización de efectivos para enfrentar los daños y atender a los afectados por medio de los planes Marina y DN-III.
El Ejecutivo adujo que la revisión de su administración “se la dejo a mis críticos, que son muchísimos, en los medios de información todos, todos casi, con honrosas excepciones”.
Tras varias preguntas de reporteros sobre diversos temas, regresó a la atención a los pobres: “La gente no tiene ingresos. Perdió cosechas, sobre todo en la parte alta, que es donde hay más pobreza. Ahí llovió sobre mojado. De por sí están damnificados por la pobreza, por la marginación.”
Refirió que los mayores daños en 24 municipios son resultado de una historia de corrupción y abandono: “Hay alrededor de 130 mil viviendas precarias, con techos de lámina de zinc o de cartón o de palma, y se estima que todos esos techos se los llevó el viento. Y se van a requerir un millón 500 mil láminas de asbesto. Yo siempre denunciaba la corrupción; cuando llegué al gobierno me di cuenta de que me había quedado corto, de que era mucho más de lo que yo imaginaba”.
Destacó que la atención a los afectados mediante un censo de la Secretaría de Bienestar refleja una forma distinta de atención.