Por primera vez hubo ayer reconocimiento explícito de la carencia de medicinas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Los integrantes del consejo técnico (CT) expresaron su preocupación por este problema y se pronunciaron por que sea el mismo organismo el que se haga cargo de las adquisiciones, pues “cuenta con la experiencia histórica de hacerlo de manera eficiente, transparente y honesta”.
Plantearon que la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) deje de realizar las compras de insumos, y señalaron que los faltantes han impedido dar atención oportuna a los derechohabientes, de acuerdo con un comunicado del Seguro Social.
En la sesión participó por primera vez el nuevo secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien y expresó su compromiso de trabajar de forma coordinada para atender los retos institucionales y fortalecer el sistema de salud mexicano.
La falta de medicinas y material de curación ha sido un problema intermitente en 2020 y lo que va de 2021. Se originó por el cambio del mecanismo de adquisición decidido por el gobierno federal, a fin de prescindir de las distribuidoras y comprar de manera directa a los fabricantes nacionales y del extranjero, con apoyo de Unops.
Además de la reorganización administrativa que implicó este paso, hubo sucesivos retrasos en el proceso organizado por la agencia de Naciones Unidas. Funcionarios del sector salud comentaron que el abasto de medicamentos ronda 90 por ciento. Los productos llegan de manera fraccionada y terapias que se integran con varios medicamentos “no se completan”.
En la licitación internacional para la compra de medicinas y material de curación de 2021, la Unops adjudicó contratos por la mitad de las claves solicitadas. El resto fue comprado por el gobierno federal por medio del Instituto de Salud para el Bienestar y el resto de instituciones públicas, principalmente el IMSS y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
De hecho, información obtenida por La Jornada indica que estos organismos se preparan para hacer las adquisiciones de las claves que con UNOPS se declararon desiertas o no fueron incluidas en la compra consolidada.