El grito homofóbico no cesa y ayer interrumpió unos minutos el Juego de Estrellas entre la Liga MX y la MLS. El duelo terminó con empate 1-1 en un duelo cerrado y poco atractivo, por lo que tuvo que definirse en tanda de penales donde la liga estadunidense venció a la mexicana por 3-2.
La MLS estuvo a punto de adelantarse cuando Diego Rossi trató de clarear a Guillermo Ochoa, la pelota se dirigía franca a la portería y plena línea Jorge Sánchez la sacó de forma asombrosa.
Fue la Liga Mx la que abrió el marcador y con una jugada exquisita del cementero Jonathan “Cabecita” Rodríguez, que a un costado del área, bajó con el pecho y cruzó disparo como un clásico para mandar al fondo de las redes.
Otro celeste, Santiago Giménez, tuvo dos oportunidades. En la primera entró al área con buen desempeño, pero tardó en definir y el portero salió a achicarlo. En la segunda, con un disparó desde afuera del área que pasó rozando.
El empate llegó en la segunda parte, tras un córner, que cabeceó en el área Jesús Murillo para el 1-1. Fuera de eso no hubo grandes emociones en el partido, donde hubo una gran cantidad de cambios en ambos cuadros.
El partido tuvo que definirse por pénaltis que en su mayoría fueron mal ejecutados. El primero en fallar fue Rogelio Funes Mori por la Liga MX, después erraron de forma consecutiva Erik Lira y Salvador Reyes; sólo anotaron Rubens Sambueza y Luis Romo.
Por la MLS, anotó Damir Kreilach, Daniel Salloi y Ricardo Pepi, quien marcó el tanto de la victoria; fallaron Eduard Atuesta y Nani.
Al terminar, los jugadores de la MLS celebraron desbordados el triunfo de este partido amistoso que festejaban como un título oficial.