Berlín. Una nueva exposición que examina cómo algunos de los artistas visuales favoritos de los nazis pudieron continuar con éxito su trabajo en la Alemania de la posguerra se inaugurará mañana en Berlín.
Divinamente dotados. Los artistas favoritos del nacionalsocialismo en la República Federal abre en el Museo Histórico Alemán. Traza las carreras y obras de muchos de los que figuraron en una lista de artistas “divinamente dotados”, compilada en 1944 en nombre de Adolfo Hitler y Joseph Goebbels.
Por el contrario, los artistas judíos y críticos de los nazis fueron difamados y perseguidos, mientras sus obras se prohibieron en los museos como el llamado “arte degenerado”.
La lista de los “divinamente dotados” contenía los nombres de más de 100 pintores y escultores que se cuentan entre los representantes más importantes de la producción cultural de los nacionalsocialistas. Se les consideraba tan útiles para los esfuerzos de propaganda de los nazis, que se salvaron del reclutamiento en las fuerzas armadas.
A pesar de las aspiraciones al nuevo comienzo de Alemania tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y el proceso de desnazificación, muchos de estos artistas fueron rehabilitados y siguieron sus carreras con éxito durante décadas.
Recibieron encargos rentables de organizaciones gubernamentales, industriales y de la iglesia, enseñaron en academias de arte y fueron representados en exposiciones.
Sus diseños de estatuas, relieves y tapices en plazas públicas o teatros dejaron su huella hasta el día de hoy en la faz de muchos centros de ciudades alemanas, muestra la exposición.
“El hecho de que muchos de los renombrados protagonistas del mundo del arte nacionalsocialista continuaran trabajando con éxito en las décadas de la posguerra se mezcló con la influyente narrativa histórico-artística de un nuevo comienzo después de 1945”, dijo el curador de la muestra, Wolf-gang Brauneis.
“Estamos arrojando luz sobre este tema especial desde un punto de vista histórico contemporáneo y esperamos de esta manera contribuir a una revisión del canon histórico-artístico y del arte moderno de posguerra”, agregó.
Personas que disfrutaron de poder e influencia bajo el gobierno nazi pudieron continuar sus carreras después de la guerra en Alemania no sólo en el arte. También sucedió en el Poder Judicial, los ministerios gubernamentales, la educación, el mundo académico y otras áreas.
En el Museo Histórico Alemán, unas 300 esculturas, pinturas, tapices, maquetas, fotografías, pe-lículas y documentos sonoros, acompañados de explicaciones y análisis, intentan arrojar luz sobre la era nazi y las carreras de posguerra de artistas como los escultores Arno Breker y Willy Meller.
Hasta la caída del Tercer Reich, Breker fue profesor de artes visuales en Berlín y escultor estatal oficial de Hitler. A pesar de sus estrechos vínculos con los nazis, de cuyo patrocinio y buena voluntad dependía, a Breker se le permitió diseñar esculturas para el ayuntamiento de la ciudad occidental de Dusseldorf, o para la compañía de seguros Gerling en Colonia, después de la guerra.
Meller creó esculturas para el Estadio Olímpico de Berlín en 1935 y diseñó otras para el complejo de edificios de los nazis en la costa báltica, Prora, un gigantesco centro vacacional para trabajadores alemanes que nunca se completó.
Después de la guerra, Meller recibió el encargo de crear esculturas para el servicio postal alemán, Deutsche Post, e incluso realizó un monumento frente al primer centro de documentación alemán sobre los nazis en la ciudad occidental de Oberhausen.
A menudo, la continua presentación del trabajo de los artistas favoritos de los nazis encontró poca o ninguna resistencia por parte del público en los primeros años de la posguerra. Esa percepción sólo comenzó a cambiar lentamente en la década de 1960, cuando las generaciones alemanas más jóvenes empezaron a cuestionar públicamente las atrocidades cometidas bajo el Tercer Reich.
La exposición Divinamente dotados se presentará hasta el 5 de diciembre y estará acompañada por visitas de curadores en Berlín, Munich, Dusseldorf y Viena a algunas de las obras de los artistas en esas ciudades.