Ante las múltiples amenazas que hoy en día enfrenta las instituciones financieras, los profesionales del área de seguridad bancaria son los responsables de implementar estrategias de inteligencia y ciberseguridad que fortalezcan a la institución y velen por la seguridad del patrimonio de organizaciones y usuarios.
Para Javier Hernández Vargas, director ejecutivo de Seguridad e Inteligencia de Grupo Financiero Banorte, la seguridad debe ser parte integral de la institución “sus objetivos deben estar alineados a los de la organización y a la estrategia comercial; así como contar con una estructura sólida, organizada, con recursos propios, tanto financieros como humanos, y con una infraestructura tecnología apropiada que le permita elaborar un análisis de riesgos efectivo”.
Así lo señaló en el webinar “Cumplimiento normativo y seguridad bancaria” organizado por la UDLAP Jenkins Graduate School, que también contó con la partición de Ciro Humberto Ortiz Estrada, gerente general de Seproban, y Miguel Ángel Carlos Jaime, CEO de Seguridad Corporartiva, Inteligencia & Ciberinteligencia, Secori.
En el foro virtual se señaló la relevancia que tienen en las instituciones financieras las regulaciones, políticas, y lineamientos que ayudan a gestionar la seguridad en estas instituciones y sus usuarios, tanto en los bancos físicos como en la banca en línea.
Y es que, recientemente la Asociación de Bancos de México dio a conocer que el número de transacciones vía SPEI incrementó un 81% en el último año, alcanzando las 960 millones de transacciones en el periodo enero - julio de 2021, así como el crecimiento exponencial del uso de la banca digital al pasar de 32 millones de contratos ligados a un celular en 2019, a 57 millones en 2021, un incremento de 76%.
Por su parte, Miguel Ángel Carlos Jaime, de Secori & Ciberseguridad, señaló que el sector financiero es uno de los más regulados, no solo a nivel nacional sino internacional. Para el especialista es relevante contar con instituciones financieras fortalecidas que acompañen la reactivación económica, y en ese sentido la normatividad financiera refuerza la solidez de la propia banca y minimiza los impactos de riesgo: “La parte regulatoria genera protección porque nos da certidumbre jurídica y estandariza procesos, brinda confianza a los clientes, y posiciona a los bancos al consolidar una reputación” dijo.
Durante su intervención, Ciro Humberto Ortiz Estrada, gerente general de Seproban, sociedad de apoyo a la seguridad bancaria, señaló que la banca mexicana cuenta en su normativa, con el deber de constituir una unidad especializada de seguridad. Así como la obligación de presentar un Análisis de riesgo y una evaluación anual sobre las condiciones que guardan sus oficinas de atención en materia de protección y seguridad, con la finalidad de brindar certeza a las autoridades procuradoras de justicia, y a los mismos usuarios, de que los ahorros, inversiones y operaciones financieras están respaldadas por instituciones sólidas, con la capacidad de responder ante los riesgos delincuenciales.
Ortiz Estrada, invitó a los profesionales de la seguridad bancaria a incorporarse al Diplomado en Seguridad Bancaria, de 120 horas, organizado por la Asociación de Bancos de México, Seproban y la UDLAP Jenkins, que iniciará el próximo 2 de septiembre, y que se llevará a través de sesiones en línea.
Carlos Jaime puntualizó finalmente que el modelo de seguridad bancaria actual demanda la capacitación de los profesionales del sector y su participación en todos los procesos captación, colocación, servicios, para coadyuvar a los objetivos de la institución bancaria: “La seguridad genera valor, hoy en día no la podemos ver aislada y fuera de foco de la visión de negocio”.