Ciudad de México. Los países pueden usar la asignación de derechos especiales de giro (DEG) “para reducir la costosa deuda pública o los atrasos”, pero dicha decisión se debe tomar en un marco general de gestión del endeudamiento público, explicó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la nota de orientación para el uso de esos activos, que fueron entregados ayer a las naciones miembros del organismo.
Mientras tanto, el Banco de México expuso en un comunicado que la tenencia de DEG forma parte de la reserva de activos internacionales en su poder y sostuvo que “una de las operaciones permitidas” con esa reserva “consiste en que el gobierno federal, a través de operaciones cambiarias con el Banco de México, pueda contar con moneda extranjera para cumplir con sus obligaciones en divisas”.
Al hacerse efectiva la emisión equivalente a 650 mil millones de dólares, el FMI explicó que se pueden utilizar los DEG para “reducir la costosa deuda pública interna o los atrasos internos”; pero también para mermar la deuda externa, sin que la posición neta de activos externos del país tenga cambios.
“En ambos casos, la decisión debe tomarse en el marco de una estrategia general de gestión de la deuda y respetando los arreglos institucionales nacionales”, puntualizó, luego de que algunos países, como México, se han pronunciado por usar los recursos en el pago anticipado de obligaciones.
El organismo agregó que en los países que usen la asignación para cancelar la deuda, como es el caso de México, “el impacto en los pagos de intereses netos dependerá de la tasa de interés de la deuda retirada en comparación con la tasa de interés del DEG”, la cual es de 0.05 por ciento, frente a más de 4 y 5 por ciento que tuvo el costo financiero en México en el segundo trimestre de 2021.
Tras más de un año en crisis mundial por la pandemia, el FMI aprobó una asignación de DEG –activos de reserva internacional creados por el organismo en 1969– con el objetivo de apoyar la liquidez de los países.
Con la emisión que entró en vigencia este 23 de agosto, casi tres veces más grande que la de 2009, se busca proporcionar liquidez adicional al sistema económico mundial, al complementar las reservas de divisas de los países y reducir su dependencia de una deuda interna o externa más cara, detalló Kristalina Georgieva, directora gerente FMI.
“Los DEG son un recurso valioso y la decisión sobre la mejor manera de utilizarlos corresponde a nuestros países miembros. Para que se utilicen con el máximo beneficio, esas decisiones deben ser prudentes y estar bien informadas”, abundó.
Único objetivo, estabilidad del peso, responde BdeM
En un comunicado, el Banco de México (BdeM) informó que recibió una asignación por 8 mil 542.4 millones DEG, equivalentes a aproximadamente 12 mil 117 millones de dólares, lo que incrementa en idéntica cantidad tanto el pasivo como el activo del banco central.
Recalcó que “la tenencia de DEG forma parte de la reserva de activos internacionales del BdeM y su uso está determinado por la Ley del Banco de México, en la que se establece que dicha reserva tendrá como único objeto coadyuvar a la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional mediante la compensación de desequilibrios entre los ingresos y egresos de divisas del país”.
El gobierno federal, a través de operaciones cambiarias con el Banco de México, puede contar con moneda extranjera para cumplir con sus obligaciones. De esta manera, la Tesorería de la Federación puede comprar o vender divisas con el organismo con recursos del propio gobierno federal a precios de mercado. Sin embargo, el organismo no abunda en la función de la comisión de cambios, integrada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, “la única facultada para decidir sobre el uso de las reservas internacionales”, según también información del banco central.
En su guía, el FMI recalca que en la mayoría de los países las posiciones en DEG se registran como activos y pasivos en el balance del banco central y las tenencias de dichos recursos aumentan directamente las reservas internacionales brutas, pero también pueden ir a dependencias de gobierno y registrarse como activos y pasivos financieros; en resumen, “independientemente de dónde se registren los DEG, las reservas internacionales brutas aumentan con la asignación”.
El FMI recalca que el recurso es de los países porque parte de las cuotas de cada país y la decisión de usarlos o conservarlos debe reflejar “la coyuntura económica y la etapa de la pandemia, la suficiencia de las reservas, la disponibilidad de espacio de política fiscal y monetaria, la sostenibilidad de la deuda interna y externa y la estabilidad financiera, las restricciones financieras y otros factores específicos de cada nación.
“Dada la naturaleza excepcional del impacto del Covid-19, los países que necesitan priorizar la respuesta a la crisis deben actuar de manera flexible y rápida, incluso utilizando potencialmente el espacio de políticas proporcionado por el gobierno”; sin embargo, también advirtió que es necesario usar los DEG “de manera transparente y coherente con la sostenibilidad macroeconómica” y no en “mantener políticas insostenibles”.