Ya llegaron a México los recursos del Fondo Monetario Internacional, el presidente López Obrador sigue firme en que deben ser utilizados en abonar la deuda pública y el Banco de México dice que no tiene inconveniente… sólo que la Tesorería tendría que comprárselos a precio de mercado. La historia –parece no tener final– va en este capítulo: el Banco de México informó que ayer “el Fondo Monetario Internacional hizo efectiva la asignación general de derechos especiales de giro (DEG) equivalente a 650 mil millones de dólares aprobada el 2 de agosto de 2021. El objeto de esta asignación es proveer de liquidez adicional al sistema económico mundial mediante el fortalecimiento de las reservas internacionales de los países miembros del FMI. La asignación general se distribuyó entre los miembros del FMI en proporción a sus respectivas cuotas en el organismo internacional. De este modo, a México le corresponde una asignación de 12 mil 117 millones de dólares”. En esta parte de la historia entra la reiterada idea del presidente López Obrador –que le atribuye al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O– de usar esos recursos para abonarlos a la deuda pública de más de 12 billones de pesos.
La fórmula
¿Qué hará el banco central con esos recursos? Según la Ley del Banco de México, “una de las operaciones permitidas con la reserva de activos internacionales consiste en que el gobierno federal, a través de operaciones cambiarias con el Banco de México, pueda contar con moneda extranjera para cumplir con sus obligaciones en divisas. De esta manera, la Tesorería de la Federación puede comprar o vender divisas con el Banco de México con recursos del propio gobierno federal a precios de mercado”. En palabras muy claras, la Tesorería tendría que comprar esos 12 mil 117 millones de dólares al Banco de México a precio de mercado. Habría que analizar si tiene sentido la operación, porque sería como sacar dinero de un bolsillo (del presupuesto federal) para depositarlo en otro (del presupuesto federal) y luego abonarlo a la deuda. ¿Cuál sería el costo-beneficio? Mientras tanto, ya se contabilizaron en el renglón de las reservas internacionales del Banco de México y en su informe de este fin de mes podremos ver que suman más de 200 mil millones de dólares, una marca histórica.
El fugitivo
Los problemas de Ricardo Anaya son, por un lado, con sus ex compañeros del PAN Ernesto Cordero y Javier Lozano, y por el otro, con el priísta Emilio Lozoya. En un video que ha sido visto por millares de personas en redes sociales, Cordero y Lozano lo exhibieron como defraudador, inclusive hay una denuncia del ex secretario de Hacienda de Felipe Calderón en su contra. El litigio versa sobre una truculenta operación inmobiliaria en Quéretaro. Por otro lado, fue denunciado por Lozoya, el chico de humo, como uno de los legisladores –era diputado federal– que vendió su voto a favor de la reforma energética de Peña Nieto. Los ultimos tiempos disfrutó Anaya de una relativa tranquilidad gracias a la lentitud crónica de la Fiscalía General de la República, pero se alarmó al recibir un citatorio para que responda a los cargos. Dice Anaya que ameritan 30 años de cárcel. Eso es lo que lo ha motivado a huir del país (también huyeron Alonso Ancira y César Duarte y los pescaron). Con todos sus inconvenientes, es menos dura la cárcel en México que en Estados Unidos. Ya no es tan sencillo conseguir documentos de asilado político, que es lo que busca recibir del gobierno de Estados Unidos cuando dice que lo persigue Andrés Manuel.
Repunta el petróleo
Después de una semana de pérdidas en el mercado internacional del petróleo, ayer lunes hubo un fuerte repunte. El telón de fondo sigue siendo la preocupación por la pandemia y el avance del mutante delta. El crudo West Texas Intermediate ganó 3.50 dólares y quedó en 65.64 el barril. El Brent ganó 3.57 y se fijó al final de la jornada en 68.75. Pemex cotizó su mezcla en 62.22 dólares. Sigue arriba del valor que fue determinado para calcular los ingresos del gobierno en el presupuesto de este año.
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No te tengo miedo, soy inocente, estoy limpio, pero mejor huyo del país como todo buen corrupto cobarde y de paso me hago víctima... Riqui, riquín, canallín. Escribe María Elena Sequeyro @MSEQUEYRO
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