Los nadadores Gustavo Sánchez y Luis Armando Andrade comenzarán hoy su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio, donde el primero ya sabe lo que es estar en el podio con las cuatro preseas que ganó en Londres 2012, mientras el sudcaliforniano, en su tercera justa veraniega, abre en 100 metros libre.
Luego del entrenamiento en el Centro Acuático, Sánchez, inscrito en seis pruebas categoría S4 (silla de ruedas), consideró que la alberca japonesa es “una de las más rápidas” y está motivado porque en los pasados juegos hubo competidores que, sin ser favoritos, consiguieron los mejores resultados de su vida.
“Mi principal rival siempre he sido yo mismo. Tengo competidores muy fuertes, pero si se consiguen mejores registros que en Río (2016) voy a estar satisfecho y feliz. Primero Dios esperamos dar buenos resultados, medallas está difícil, pero vamos a hacer el mejor intento”, dijo Sánchez Martínez.
Para Andrade “los rivales serán los de siempre; me quiero concentrar en mí; sé que me va a ir bien. A pesar de la pandemia, vengo con buena preparación”.
El multimedallista panamericano, a quien le falta el brazo izquierdo, compite “en 100 libre; el 28 en 200 combinado y la más fuerte es el 100 mariposa, el 3 de septiembre”, declaró a la Conade.
Infectados por Covid, 144
Japón atraviesa por su peor momento desde el inicio de la epidemia con el sistema hospitalario congestionado en muchas zonas, incluido Tokio, donde la situación preocupa ante la celebración del certamen y por los atletas, la mayoría con factores de riesgo por sus afecciones.
Los organizadores detectaron hasta ayer 144 positivos a Covid-19 vinculados a la justa, entre ellos cinco deportistas, la mayoría residentes en Japón.
Por otra parte, la bandera de Afganistán saldrá hoy junto a la del resto de países durante el desfi-le de la ceremonia inaugural, “como muestra de solidaridad” con esta nación, donde la irrupción de los talibanes ha impedido enviar a sus deportistas a la cita.
No obstante, Afganistán sí tendrá representación deportiva ya que en el Equipo de los Refugiados, compuesto por seis deportistas, competirá el nadador afgano Abbas Karimi, que además será uno de los abanderados junto a la atleta siria Alia Issa.
Preguntado sobre a quién representa, si al pueblo sirio o a Grecia, el nadador Ibrahim Al Hussein afirmó contundente: “Represento a 82 millones de refugiados en el mundo. Entre ellos, hay 12 millones con discapacidad y yo represento a esas personas en la competición”.
El iraní Shahrad Nasajpour, quien competirá en lanzamiento de peso y disco y reside en Estados Unidos, indicó que “cualquier deportista tiene una historia de resiliencia, pero cuando eres un refugiado paralímpico, las cosas se complican. La adversidad detrás de eso te hace perseverar a lo largo de tu vida”.