Ciudad de México. Rosita Quintana, una de las últimas leyendas de la época de oro del cine nacional, quien aseguraba “a México le debo lo que soy”, vivirá en la memoria fílmica del país, tras su deceso a los 96 años de edad.
Trinidad Rosa Quintana Muñoz, su nombre real, fue actriz y cantautora nacida en Argentina y naturalizada mexicana. Murió la madrugada de ayer, luego de haber permanecido hospitalizada porque le fue extirpado un tumor de la tiroides el pasado 27 de julio.
Nacida en 1925, llegó al país invitada por Jorge Negrete en 1947. Fue dirigida por Luis Buñuel en la cinta Susana. Trabajó al lado de Pedro Infante, Germán Valdés Tin Tan, Fernando Soler, Pedro Armendáriz y Luis Aguilar, por citar algunas de las estrellas con las que compartió créditos en la pantalla grande.
En 2016, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas le entregó el Ariel de Oro en reconocimiento a su prolífica y larga trayectoria. Quintana, en silla de ruedas y con complicaciones para respirar y hablar, expresó: “A México le debo lo que soy”. Héctor Bonilla le entregó la estatuilla y destacó su belleza y talento para cantar, actuar y bailar tango.
Rosita Quintana, llamada la Dama de América, comenzó su carrera a los 15 años en un teatro de revista de su país natal, como la vocalista de una de las orquestas famosas de esa época. Fue en 1948 cuando debutó como actriz con la película La santa del barrio, dirigida por Chano Urueta. Entre otras cintas, también hizo Susana, de Buñuel, y tres de Gilberto Martínez Solares en las que compartió créditos con el Pachuco de oro, Tin Tan: Calabacitas tiernas, No me defiendas compadre y Soy charro de levita.
Otros de los filmes en los que se recuerda son Serenata en México, Cuando México canta, La ausente y El mil amores, esta último con Pedro Infante y Joaquín Pardavé; además, trabajó varias veces con Luis Aguilar en películas como Tú, solo tú, Me gustan valentones y Dos gallos de pelea.
En 2005 reapareció en cine con la cinta Club Eutanasia, de Agustín Tapia. A propósito de ese estreno Quintana expresó: “Es una película fantástica. El tema es muy profundo y alegre; tiene los dos matices, pero es para pensar un poco. El tema de la eutanasia es escabroso; yo desearía que me la hicieran, si es que la necesitara. Tendría que hallar a alguien con mucho amor para que me la aplicara. Es un acto de amor tremendo. Estoy feliz de regresar al cine mexicano, en una cinta donde hay actores, no estrellas”.
Premios a su trayectoria
Rosita Quintana fue galardonada en festivales internacionales como el de Moscú, Berlín y San Sebastián. También recibió el Premio Wurlitzer a mejor cantante ranchera en 1955, aunque también es recordada por interpretar tangos y boleros. Su biografía describe que el gusto por el canto surgió por influencia de su abuela Carmen Alonso; por cantar tangos, considerados del arrabal e indecentes en esa época, fue expulsada del colegio de monjas donde estudiaba, María Auxiliadora.
La actriz también intervino en telenovelas como La dueña, Rencor apasionado, Abrázame muy fuerte y Peregrina.
En redes sociales, luego del anuncio de su deceso se multiplicaron los mensajes recordando el legado, la belleza y el talento de la actriz plasmados por instituciones, colegas, amigos y fans.
La actriz María Sorté, escribió: “Qué tristeza. Me estoy enterando de que mi querida Rosita Quintana ha fallecido. Tuve la oportunidad de trabajar con ella en El secreto de Alejandra. Que Dios la reciba en su reino de paz y bondad. Descanse en paz”.
La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, así como las asociaciones nacionales de Actores y la de Intérpretes y la Secretaría de Cultura federal y de la Ciudad de México lamentaron el deceso de la diva.