Ciudad de México. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con María Luisa Albores al frente desde hace casi un año, “carece de brújula y de agenda”, pues dejó de lado el trabajo con las comunidades que sufren “los infiernos ambientales”, firmó el decreto que permite la pesca en el hábitat de la vaquita marina (en riesgo de extinción) y ni siquiera ha expresado su condena pública por los 18 activistas asesinados en 2020, denunciaron organizaciones defensoras de la naturaleza.
En cambio, la actividad más visible de la funcionaria es su recorrido por áreas naturales protegidas, ya que de acuerdo con la información que promueve en su cuenta de Twitter, ha visitado, entre otras áreas, Los Tuxtlas, Sian Ka’an, el Vizcaíno –para el avistamiento de la ballena gris–, Celestún y Yum Balam.
También en varias ocasiones ha ido al centro de educación ambiental y cultural Muros de Agua José Revueltas, en las Islas Marías.
Albores dejó la Secretaría de Bienestar el 2 de septiembre de 2020 para llegar a la Semarnat en sustitución de Víctor Toledo, pero todavía hay mucha gente que desconoce quién está al frente de la dependencia. “No saben quién es. Mis alumnos preguntan: ¿quién está al frente de Semarnat? No tiene presencia pública. No está haciendo labor en favor del medio ambiente, hay silencio total. Estamos en el fondo del fondo”, lamentó Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), e indicó que estos temas deberían ser de seguridad nacional, al igual que el cambio climático y la escasez de agua en el país.
Albores suspendió el trabajo –impulsado por su predecesor– en los “infiernos ambientales” de comunidades afectadas por emergencias, como Tula y Atitalaquia, en Hidalgo; El Salto, en Jalisco, y Coatzacoalcos, Veracruz, afirmó a su vez Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace México.
También es preocupante que la Semarnat “considere la quema de residuos sólidos urbanos como parte de la economía circular, ya que ha sido una estrategia de empresas y gobiernos en varios países para seguir vendiendo sus productos en plásticos de un solo uso”.
El ecologista reconoció la labor de la dependencia para enfrentar 26 juicios de amparo en contra del decreto presidencial para la eliminación del glifosato “y esperamos que continúe invocando los principios de precaución en materia ambiental como lo han hecho hasta ahora”, pero también hay muchos temas pendientes.
En relación con el cambio climático, México actualizó a fines del 2020, en el contexto del Acuerdo de París, las contribuciones determinadas a nivel nacional (metas voluntarias de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero), “es bueno que la Semarnat haga mayores esfuerzos en adaptarse a los impactos del cambio climático, pero en el concierto internacional de la lucha contra este fenómeno esto no se considera como una meta ambiciosa”, señaló la Iniciativa Climática de México.
En entrevista, Alanís dijo que “a casi tres años de gobierno es evidente que la agenda ambiental no existe para el Presidente. Albores, por ejemplo, “en el caso de los 18 ambientalistas asesinados el año pasado no ha dicho absolutamente nada. Los recursos son raquíticos, no pueden hacer nada con la pobreza presupuestal”.
Sobre la vaquita marina, el decreto del 9 de julio del Diario Oficial de la Federación indica que se admiten hasta 65 embarcaciones en la zona de tolerancia cero, por lo que diversas organizaciones ambientalistas pidieron que se establezca con claridad la prohibición de la pesca en esa zona.