Édgar Pineda Celis, integrante del grupo delincuencial Guerreros Unidos, señalado como responsable de coordinar el trasiego de drogas hacia las ciudades de Houston, Texas; Atlanta, Georgia, y Chicago, Illinois, fue extraditado a Estados Unidos.
La Fiscalía General de la República (FGR) cumplió con la orden judicial para su extradición, después de un proceso legal que se prolongó por más de un año debido a los recursos promovidos por el imputado.
El extraditado fue detenido el 18 de abril de 2020 en Bacalar, Quintana Roo, en posesión de cocaína, y al confirmar su identidad y revisar sus antecedentes se comprobó que era investigado desde el año 2016 por la agencia antidrogas estadunidense, conocida por sus siglas en inglés como DEA.
Estas pesquisas señalaban que el detenido era el enlace entre Guerreros Unidos y el cártel Jalisco Nueva Generación para facilitar el transporte de cocaína, heroína y metanfetaminas por territorio nacional hasta la frontera norte, donde el ahora imputado sería el responsable de coordinar su distribución y venta.
Pineda Celis fue internado en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México en espera de que se concluyeran los trámites para su extradición, sin embargo, desde la cárcel promovió varios recursos jurídicos para evitar su entrega a la justicia estadunidense.
Incluso, en diciembre pasado, obtuvo una suspensión de plano por parte del juzgado undécimo de distrito de amparo en materia penal del primer circuito; sin embargo, la FGR apeló esta decisión y ganó el caso.
Finalmente, tras superarse todos los obstáculos legales, Pineda Celis fue entregado, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, a agentes estadunidenses, para que comparezca ante la Corte Federal del Distrito Norte de Georgia y sea procesado por los cargos de asociación delictuosa y delitos contra la salud.