Kabul. Los talibanes responsabilizaron ayer a Estados Unidos del caos imperante en el aeropuerto de Kabul, y dispararon al aire y usaron bastones para hacer que la gente se alineara en filas ordenadas, un día después de que siete personas murieron en el lugar.
Desde su entrada en Kabul el pasado día 15, los talibanes dejaron el aeropuerto en manos de Estados Unidos, al que ahora acusan de haber “fracasado” en poner orden, reportó la agencia de noticias Afp.
Aunque el movimiento islamista se esfuerza en prometer una versión más amable de su brutal régimen anterior (1996-2001), miles de afganos aterrorizados continúan tratando de huir del país.
No se reportaron heridos graves cuando el talibán hizo retroceder con disparos al aire y golpes a la multitud, según los testigos.
Numerosas familias esperaban amontonadas entre los alambres que separan a los talibanes de las tropas estadunidenses, mientras las rutas al aeropuerto se mantenían congestionadas por el tráfico.
Los talibanes entraron la semana pasada a Kabul, poniendo fin a dos décadas de guerra y sorprendiendo al mundo cuando fuerzas del gobierno afgano se rindieron en masa.
Desde entonces surgieron algunos focos de resistencia, con antiguas tropas del gobierno agrupándose en el valle del Panshir, región montañosa al norte de Kabul.
Los talibanes tuitearon ayer que cientos de sus combatientes se dirigían hacia el valle de Panshir “para controlar” la situación, luego de que funcionarios locales se negaron a entregar el control pacíficamente.
Los fundamentalistas han permitido que Estados Unidos vigile las evacuaciones mientras ellos se concentran en cómo administrar el país cuando se retiren las fuerzas extranjeras.
Ahmad Masud, líder de las fuerzas el valle de Panshir, declaró estar dispuesto a crear junto con el movimiento un gobierno inclusivo. “Estamos dispuestos a formar mediante negociaciones políticas un gobierno inclusivo con el Talibán, pero es inaceptable que se forme un gobierno afgano caracterizado por el extremismo”, sostuvo Masud en una entrevista con el periódico Asharq al Awsat.
Milicianos que combaten al Talibán arrebataron tres distritos a los yihadistas en la provincia de Baghlan, en el norte de Afganistán, pero el grupo recuperó poco después uno de ellos.