Tecámac, Méx., En los terrenos donde se realizan los trabajos de construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en la Base Aérea de Santa Lucía, se ha encontrado la colección de restos fósiles con una antigüedad de entre 30 mil y 11 mil 700 años más numerosa e importante en su tipo de América Latina, al contabilizarse hasta el día de hoy más de 40 mil huesos.
Así lo confirmó a La Jornada el arqueólogo Rubén Manzanilla López, quien encabeza el grupo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que desde hace casi dos años trabaja en el proyecto de salvamento.
Entre el material que ya se rescató se han contabilizado 480 mamuts, 100 camellos, 40 caballos americanos y restos de otras especies como gliptodonte (un tipo de armadillo gigante) y tigre dientes de sable; también hay al menos 100 enterramientos humanos ubicados en tres aldeas, una del posclásico, que estaba a las orillas del lago de Xaltocan; otra de la época teotihuacana y una más de la época Coyotlatelco.
En entrevista, Manzanilla López ofreció una actualización de los avances del proyecto y señaló que, de los restos de los 480 mamuts hallados, 70 son esqueletos semicompletos, “un número importante”; otros son cráneos o huesos largos que indican que pertenecieron a un individuo y otros están dispersos.
Centro de investigación
Los mamuts encontrados son de la especie columbi, añadió el especialista, los cuales estaban adaptados a climas no tan extremos y eran muy territoriales, por lo que no permitían la convivencia con otras especies. Los camellos hallados son de la misma especie y están muy relacionados con las llamas de Sudamérica, pero también con el camello que ahora sobrevive en Asia y norte de África; los caballos son de tipo americano.
Apuntó que ya se tomaron muestras para el fechamiento por radiocarbono de los restos de la fauna, pero por la pandemia de Covid-19 aún no se han podido canalizar a los laboratorios, por lo que no se tienen todavía las fechas absolutas de antigüedad.
Destacó que se está a la espera de la entrega formal del edificio del almacén donde se ubicará el centro de investigación, dentro de la Base Aérea de Santa Lucía, y donde desde hace dos semanas se empezaron a trasladar los cráneos más voluminosos y adonde posteriormente se llevará la colección completa de los 40 mil huesos para hacer la base de datos.
El arqueólogo responsable del proyecto de salvamento recordó que los hallazgos se han registrado en casi todo el terreno que ocupará el AIFA (en el sureste del municipio de Zumpango, en el estado de México), pero sobre todo en tres zonas. “Ha sido tal el número de puntos, que se incrementó el personal. Son 57 arqueólogos, cinco restauradores y gente especializada, así como una fuerza laboral de 400 trabajadores”.
Agregó que en las cercanías del poblado de Xoloc, que es el frente 10, se ha encontrado gran cantidad de huesos dispersos; ahí se ha podido diferenciar el tipo de fauna que convivía. En el centro de la Base Aérea se hallaron los mamuts semicompletos, y en la tercera zona, que es el suroeste, han aparecido restos aislados por ser extractos lacustres.
“Si ahorita viéramos el mapa aéreo de la Base Aérea de Santa Lucía es como si tuviera viruela, porque se han encontrado restos por todas partes. Por ejemplo, hemos hallado más de 6 mil huesos en solo una unidad y ahí hay gran cantidad de animales, restos de mamut, de niños, de personas de mediana edad y de adultos, mezclados con otra gama de animales como camellos, caballos americanos, gliptodontes, tigres dientes de sable y perezosos terrestres”.
Avances en la construcción de un museo
Manzanilla López manifestó que en cuanto a los más de 100 enterramientos humanos están por cerrar las excavaciones y ahí se hará el análisis de materiales; ya hay un avance para la parte que data de la época Coyotlatelco y apenas se está iniciando el análisis de la parte tardía.
“Los restos humanos más antiguos son del epiclásico, los cuales se relacionan con los sitios Coyo-tlatelco, y son de entre 600 y 900 años dC; los otros de la zona sur del terreno, que se relacionan con la periferia de Xaltocan, están ubicados entre mil 200 y mil 520 dC; son cronologías relativas, porque ahí tampoco se han podido hacer fechamientos de radiocarbono.”
El Museo del Mamut, continuó, cuenta con un gran avance en su construcción. Ahí se exhibirá lo encontrado, con un discurso museográfico que contará la historia de la cuenca de México, cómo eran los mamuts columbi y su forma de vida. También habrá una reproducción de una excavación “y se va a levantar un ejemplar en pie; además, se exhibirán mandíbulas y cráneos de diferentes animales para que el público vea la variedad de fauna que había en el lugar.
“El lago de Xaltocan se encontraba en un proceso de desecación y sus sedimentos eran pantanosos; fue una situación que se repitió cientos de veces durante miles de años; entonces, los animales de ese tonelaje quedaban empantanados y ya no podían salir, por lo que morían de hambre o por los depredadores; así se fue generando este importante depósito de restos.
“Esta colección va servir por muchos años para investigadores. Ya se tomaron muestras de ADN antiguo de los mamuts; tenemos que esperar que los laboratorios permitan procesarlas, y entonces empezaríamos investigación científica más precisa. Ahora, por la pandemia, es cosa de paciencia”, reiteró Manzanilla, quien considera que los descubrimientos “sin duda” continuarán a medida que sigan las obras de construcción del AIFA.