La población escolar en México no sólo enfrenta el desafío del sobrepeso y la obesidad, sino también el de la desnutrición, pues se estima que 4.4 por ciento de los 9.9 millones de menores de 5 años tienen bajo peso, 13.9 por ciento presenta baja talla y 1.5 por ciento, emaciación, es decir, una pérdida de más de 10 por ciento de su peso corporal debido a la malnutrición, lo que genera delgadez extrema.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020 sobre Covid-19 alerta que otro 8.4 por ciento de este sector de la población padece sobrepeso y obesidad. Se detectó que la prevalencia más alta de bajo peso se presenta en la península de Yucatán, donde 9.4 por ciento de los niños menores de cinco años tienen esta condición, seguido de las regiones Pacífico-Centro y Centro, ambas con 6 por ciento.
El bajo peso en menores de 5 años se encontró en mayor medida en localidades rurales (5.6 por ciento) y en menor proporción en las localidades urbanas (4.1 por ciento). La baja talla es más prevalente en las localidades rurales (18.5 por ciento) y menos en las urbanas.
Por lo que respecta a sobrepeso y obesidad, la frecuencia es similar tanto en comunidades rurales como urbanas.
De los 15 millones de escolares de 5 a 11 años se reporta con sobrepeso a 19.6 por ciento, y con obesidad a 18.6 por ciento, lo que revela una tendencia al alza, en particular en los hombres.
La prevalencia más baja de sobrepeso se encontró en la región Pacífico-Centro, con 13 por ciento, mientras que la más alta se detectó en la región Centro, con 26.8 por ciento de los escolares.
Lo mismo ocurre con la obesidad, pues el índice más alto se presenta en la región Centro, con 24 por ciento, mientras que el más bajo es de 12.7 por ciento entre los menores que residen en la región Pacífico-Sur. El mayor número de escolares con obesidad y sobrepeso habita en localidades urbanas.
En cuanto a los alimentos, en prescolar, 89.8 por ciento bebe agua, pero 85.7 por ciento también consume bebidas endulzadas; 58.9 por ciento se alimenta con frutas, pero 56.6 por ciento también come botanas, dulces y postres.
En el caso de los menores de 5 a 11 años, 90.2 por ciento bebe agua, pero 90.9 por ciento accede a bebidas endulzadas; 53.3 por ciento come frutas, pero 50 por ciento consume cereales dulces, botanas, dulces y postres.