La Paz. El gobierno boliviano informó que la ex presidenta de facto Jeanine Áñez se ocasionó lesiones en un brazo en un aparente intento de suicidio la madrugada de ayer sábado, en el penal capitalino donde cumple detención preventiva.
En la víspera, la fiscalía le imputó el cargo de genocidio por las muertes ocurridas en dos regiones durante la crisis social y política generada en la nación andina en 2019.
“La señora Jeanine Áñez habría pretendido generarse una ‘autolesión’... Informamos que su salud es estable y tiene unos pequeños rasguños en uno de los brazos y no hay nada de qué preocuparse”, aseguró el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
Autoridades de Régimen Penitenciario informaron que Áñez, de 54 años y quien permanece en prisión desde marzo por acusaciones de terrorismo y sedición relacionados con la crisis política de 2019, padece un cuadro de depresión e hipertensión arterial. La familia ha pedido en reiteradas ocasiones que sea tratada en una clínica.
La abogada defensora, Norka Cuéllar, señaló que Áñez tiene tres cortes en la muñeca izquierda y uno en el antebrazo y “le han hecho tres puntos”.
“Es un grito de auxilio”, advirtió Cuéllar. “La ex mandataria realmente explotó por el hecho de que presentó varios recursos para defenderse en libertad y (los jueces) los niegan”.
Integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, conformado a instancias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, presentó el martes un informe sobre la crisis política y social de 2019, en el que determinó que durante la gestión de Áñez se produjeron dos matanzas –la de Senkata y Sacaba– que dejaron 20 fallecidos.
En tanto, los ex presidentes Jaime Paz Zamora, Jorge Quiroga y Carlos Mesa hicieron público un pronunciamiento en el que piden que se revise la situación jurídica de la ex mandataria interina y “establecer cualquier medida alternativa que le permita defenderse, resguardando su derecho a la salud, la vida y la integridad”.