Kabul. Estados Unidos advirtió a sus ciudadanos no trasladarse al aeropuerto de Kabul sin instrucciones específicas, a causa de amenazas a la seguridad.
Un funcionario de ese país informó que amenazas potenciales del Isis a estadunidenses en Afganistán obligan a los militares a desarrollar nuevas formas de llevar evacuados al aeropuerto.
Pequeños grupos de estadunidenses y posiblemente otros civiles recibirán instrucciones específicas sobre qué hacer, incluso trasladarse a puntos de transferencia donde los militares puedan reunirlos. El funcionario comentó estas operaciones militares bajo condición de anonimato.
La advertencia llegó después de que en las inmediaciones del aeropuerto ocurrieron varias muertes, en medio de temores de que los vuelos de evacuación terminarían.
La mañana de ayer murieron cuatro mujeres debido al calor y la aglomeración fuera de la base británica adyacente al aeropuerto, pudo averiguar The Independent.
Las víctimas, que intentaban huir del país con sus familias después de la irrupción del Talibán, perecieron pese a los esfuerzos de soldados británicos del regimiento de paracaidistas por salvarles la vida. Una de las difuntas era madre de tres niños; los soldados consolaron a su esposo.
Otra mujer se desmayó y falleció, seguida por una más joven, que tal vez era su hija. Su afligido pariente, que según se cree era marido de la primera y padre de la segunda, se desmayó cuando supo que habían muerto. Una cuarta mujer también perdió la vida entre la aglomeración y el calor sofocante.
Los cuerpos fueron envueltos y colocados al otro lado del camino para que los recogieran sus parientes. Una niña de unos ocho años, a quien le faltaba una mano debido al estallido de un artefacto explosivo improvisado, levantó una de las mortajas y se desmayó al descubrir que era el cadáver de su madre, a quien estaba buscando.
Hubo versiones de que se hallaron otros cuerpos más allá de las barreras que pusieron los soldados, pasando un retén talibán.
El saldo mortal en el aeropuerto, según oficiales del Talibán, ha llegado a 12 desde el domingo pasado, cuando el grupo islamita se adueñó de la capital, pero se cree que la cifra real puede ser mucho mayor.
Estados Unidos desalojó a unas 17 mil personas de Kabul la semana pasada, entre ellas 2 mil 500 estadunidenses, informó en el Pentágono el mayor general William Taylor.
La noticia se dio después de que el presidente Joe Biden sugirió que las misiones de rescate deberían completarse en el curso de 10 días, pues la fecha de evacuación de todos los efectivos está programada para el 31 de agosto.
John Kirby, vocero del Pentágono, consideró que la situación en el aeropuerto de Kabul sigue siendo “fluida y dinámica”, en tanto la gente sigue aglomerándose, y que la amenaza en Afganistán puede “cambiar en cualquier momento”.
Comentó que no tiene una “cifra perfecta” de cuántos estadunidenses permanecen en Kabul y en general en Afganistán. Un oficial del Talibán afirmó que el grupo se propone “mejorar la situación y ofrecer una salida tranquila” en el aeropuerto durante el fin de semana.
Mientras el caos continuaba en la terminal aérea, el mulá Abdul Ghani Baradar, uno de los fundadores del Talibán, llegó a Kabul para ayudar a organizar un nuevo gobierno. Se reunirá con comandantes militares, eruditos religiosos y antiguos funcionarios de gobierno para formular una nueva constitución, informaron oficiales del grupo.
Baradar, quien también encabeza la oficina política del grupo en Doha, llegó a la ciudad de Kandahar el martes, dos días después de que los militares tomaron el control de Kabul.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya