Ciudad de México. Vecinos de la avenida México- Tenochtitlan, antes Puente de Alvarado, señalan estar de acuerdo con el cambio de nombre por su significado histórico pero comentan su preocupación por los problemas prácticos que podrían tener por el cambio de nombre en su domicilio ante distintas dependencias y servicios.
Gabriela Zanabria antropóloga y dueña de la librería el Laberinto del Gato Culto ubicada en el número 17 de esta calle, señala que desde el aspecto histórico el cambio de nombre es positivo.
Pero advierte que en realidad el cambio debería ser hasta Popotla para resaltar la resistencia indígena simbolizada por el árbol de la llamada noche triste y que también fue renombrado para llamarlo El Árbol de la Noche Victoriosa.
Por otro lado la gente no sabe a qué se refiere “el Puente de Alvarado; que fue el paso de huída de los españoles y donde perdieron el oro que habían saqueado a los aztecas”.
En lo práctico sólo a un tramo de la calle se le está aplicando el cambio de nombre y se le ha remozado.
En cuanto a las obras de remozamiento, comenta, que al “ampliar las jardineras se ha reducido el espacio para los peatones y los ciclistas, aunque tienen para ellos la ciclovía, usan la banqueta o circulan por los carriles de los automóviles”.
Afirma, que tampoco se “ha tenido consideración para los comerciantes, a fin de procurar que los clientes puedan llegar fácilmente a las tiendas durante las reparaciones de la calle, a pesar de que las obras se prolongaron por más de tres meses y han sido muy costosas”.
Los comercios ambulantes se mantuvieron sobre la calle a pesar de las obras de remozamiento.
El sastre Evaristo Moreno Sánchez, quien tiene su local en Jose Emparan casi esquina con Puente de Alvarado, ahora México-Tenochtitlan, coincide con la antropóloga en que la gente suele desconocer las referencias históricas de las calles por lo que, si bien el cambio es positivo en el sentido de resaltar los valores nacionales traerá problemas prácticas por las confusiones que generará en un primer momento, porque la gente estaba acostumbrada a usar el nombre anterior de la calle.
El señor José Toledo dueño de una tienda de esencias, sobre la nueva México-Tenochtitlan, comenta que el cambio de nombre le parece bien en el sentido histórico pero “debian habernos preguntado pues dicho cambio puede traer problemas prácticos por ejemplo en cuanto a los trámites de los comercios y personas con distintas dependencias y servicios”.
Pero, afirma, “no tenemos porque festejar a un personaje tan cuestionado históricamente.”
Acerca de Pedro de Alvarado, se recuerda su participación en la matanza del templo mayor de Tenochtitlan el 20 de mayo de 1520, así como el genocidio y saqueo de los tesoreros de los aztecas.
En contraste el dueño de un negocio de artículos para caballero, rechazó, el cambio de nombre tanto en el sentido histórico como práctico.