La Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato del periodista Jacinto Romero Flores, ocurrido el jueves pasado en Ixtaczoquitlán, Veracruz.
Señaló que durante 2021 ha documentado el homicidio de seis comunicadores y la desaparición de otros dos, agresiones posiblemente vinculadas al ejercicio de su actividad profesional.
Jesús Peña, representante adjunto en México de ONU-DH, indicó que el crimen contra Romero, así como las amenazas que había recibido “son evidencia del contexto de vulnerabilidad y riesgo en que se ven orillados a desarrollar su labor muchos periodistas en México. Informar, opinar o criticar debería ser un trabajo normal en una democracia y no una actividad de riesgo”.
Llamó a las autoridades a indagar el caso de manera diligente y agotar todas las líneas de investigación relevantes, las cuales deben considerar también las amenazas que recibió el comunicador, así como el contexto de violencia en la zona. “Como ha recordado su familia, ni el caso de Jacinto Romero ni ningún otro puede ser un simple número, una cifra más. Es necesario que haya una investigación exhaustiva que rompa con el ciclo de la impunidad, ciclo que mata y genera temor”.
En un comunicado, expuso que esclarecer ese crimen y todos los homicidios de periodistas “que pagaron con sus vidas haber informado, es la única manera de garantizar a familiares, amistades, colegas y a la sociedad en su conjunto que la libertad de expresión será garantizada frente a quienes creen tener el poder para decidir lo que debemos decir y lo que podemos escuchar”.