Mientras viajaba por África, Cecilia Pérez Urias, líder de la agrupación Saltapatrás, pudo conocer sonidos e instrumentos que nunca antes había escuchado. Uno de ellos fue el balofón, muy parecido en forma a la marimba, pero hecho con un teclado de madera y resonadores de calabaza.
“Conocí este instrumento maravilloso que es el balafón, y con el poco lenguaje en común que tenía con los profesores africanos, porque hablan lenguas muy diferentes, me lograron explicar que allá hay una cosmovisión alrededor del balafón, de que es un instrumento de los diablos, que para ellos son como los espíritus”, contó Pérez Urias en entrevista.
Ahí Cecilia aprendió a tocar el balofón, y más tarde, gracias a que el sonido del instrumento gustó a los otros miembros de la banda, comenzaron a incluirlo en la música de Saltapatrás. Así surgió su más reciente álbum, Música para los diablos, en donde se fusionan melodías tradicionales mexicanas con elementos africanos para crear algo nuevo.
“Hicimos la mezcla de ciertos sones jarochos con música africana con estas historias que tienen que ver con los espíritus, con los diablos, que vienen a bailar, a darnos la inspiración”, explicó la líder de Saltapatrás.
La estadía de la cantante en África también la hizo pensar en las similitudes que hay entre los países de ese continente y México. Pronto la cantante se dio cuenta de que los flujos migratorios de personas son parecidos en ambos casos, por eso la migración se convirtió en un eje muy importante en la nueva música de Saltapatrás.
A diferencia de la concepción mexicana sobre lo que es un diablo, en muchos países de África ese término está relacionado más bien con una suerte de espíritus que habitan en la naturaleza, sin ser necesariamente malos. Las historias que se cuentan hablan de cómo estos seres dieron el balafón a los humanos, y son capaces incluso de otorgar buena fortuna.
Para “rescatar toda esa parte que aprecié mucho de mis maestros africanos, que me compartieron, y devolver un poco”, Saltapatrás también ha decidido ir más allá de la música. Pese a la actual contingencia sanitaria, la agrupación ha podido preparar un espectáculo que también incluye teatro, danza y poesía.
La fusión de elementos ha sido, desde su primer disco, un elemento muy importante para la banda. A base de sones, reggae y otros ritmos, la banda ha logrado mezclar su música con la de otros lugares. Saltapatrás, término usado durante la colonización de América para denominar despectivamente a personas que volvían a mezclarse con etnias no europeas, fue elegido como nombre para la banda con la idea de redefenirlo.
“A lo mejor en esa época tenía un sentido despectivo, nosotros lo retomamos ahora como algo positivo; como que la mezcla es buena, porque finalmente nos hace crear nuevos géneros, nuevos estilos”, explicó Cecilia.
El próximo 28 de agosto, Saltapatrás se presentará en el Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris, con invitados de origen africano y mexicano. Además de Cecilia, la banda está compuesta por Diego Pérez Barruta, Oswaldo Peñaloza y Eréndira Castorela.
La agrupación se puede encontrar en Facebook y YouTube como Saltapatrás México.